TORONTO/Canadá.- Indígenas canadienses exigieron este jueves al papa Francisco que pida disculpas públicas por los abusos sufridos en instituciones gestionadas por la Iglesia católica, tras el hallazgo de más de 600 tumbas en una residencia escolar para menores.
Así lo declaró a Efe el jefe indígena canadiense Cadmus Delorme, quien consideró que el sumo pontífice debe disculparse por «lo que ha pasado en la residencia escolar de Marieval, su impacto en la primera nación de los cowessess, los supervivientes y sus descendientes».
«La disculpa es un paso de muchos en el trayecto hacia la recuperación», dijo Delorme.
Delorme, jefe de los cowessess, un grupo indígena del oeste de Canadá, anunció este jueves durante una rueda de prensa el descubrimiento de 751 tumbas no marcadas en los terrenos de la residencia escolar de Marieval, situada a unos 2.500 kilómetros al noroeste de Toronto, en la provincia canadiense de Saskatchewan.
La escuela residencial, que operó entre 1899 y 1996, era un internado gubernamental que estuvo gestionado por la Iglesia católica y formaba parte de un sistema de instituciones escolares que buscaba la asimilación forzosa de los niños indígenas de Canadá.
En esos centros, los niños sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales por parte de los instructores, en muchos casos religiosos de órdenes cristianas. La mayoría de las escuelas residenciales fueron gestionadas por la Iglesia católica pero también por otras iglesias cristianas.
Se estima que miles de menores murieron en las residencias escolares debido a enfermedades, mala atención sanitaria, la precariedad de las condiciones pero también por los abusos sufridos.
En 2015, la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá concluyó que 1 de cada 50 niños fallecieron en esas instalaciones, lo que supone alrededor de 3.200 menores, aunque esta cifra es considerada conservadora por dirigentes indígenas.
Delorme indicó que los restos hallados «no están en una fosa común» y que es posible que algunos pertenezcan a adultos, pero que hace 60 años, la Iglesia católica que gestionaba el cementerio de Marievel destruyó todas las lápidas por lo que no se sabe la identidad de los enterrados.
El jefe indígena remarcó que los indígenas de Canadá son «supervivientes»: «Y algunos de los descendientes todavía están en una etapa de trauma intergeneracional. Canadá está respondiendo sólo al aspecto superficial de los sufrimientos que hemos padecido».
«Pero la burocracia del Gobierno de Canadá todavía tiene mucho trabajo que hacer», indicó.
«Como descendiente de supervivientes de las escuelas residenciales y portavoz de 4.400 personas, de los que muchos fueron a escuelas residenciales, entiendo el sufrimiento -agregó-. Siento sus consecuencias. Canadá se podría mover más rápido pero está avanzando». EFE