YAKARTA, INDONESIA.- El presidente de Indonesia, Joko Widodo, firmó ayer un decreto en el que aprobó el uso de la castración química como medida sancionadora para los pedófilos, quienes también serán monitoreados por las autoridades a través de un microchip en su cuerpo.
“Crímenes extraordinarios requieren medidas extraordinarias”, manifestó Widodo al anunciar dicha medida, que surgió tras los consecutivos casos de violación a menores en su país.
El fiscal general de Indonesia, H.M Prasetyo, explicó que la castración química implicará la inyección de hormonas femeninas a los condenados, “para que se reduzca su deseo sexual”.
Indonesia se unirá así a un pequeño grupo de países que aprueban este tipo de castigos, entre los que figuran Polonia, Rusia y Estonia, así como varios estados de Estados Unidos. En 2011, Corea del Sur se convirtió en el primer país asiático en usar la castración química como castigo.
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