En el informe final que la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política presentó al Ejecutivo se propone la eliminación de la denominada «Ley seca». Esta restricción está contemplada en la Ley Orgánica de Elecciones, que tuvo su última modificación en 2014.
En el punto referente a la participación ciudadana se considera necesario dejar sin efecto la «Ley seca», que prohíbe la venta y/o consumo de alcohol desde la víspera de los procesos electorales.
“Es absolutamente ineficaz, porque lo que busca es impedir que la gente vaya mareada o borracha al acto electoral y preservar el orden, pero eso no ocurre porque la gente se abastece con anticipación, se sigue expendiendo licor y eso termina resultando ineficaz […] La «Ley seca» es obsoleta y ha dejado de tener sentido”, escribió Tuesta Soldevilla en el 2009.
La «Ley seca» rige bajo la Ley Orgánica de Elecciones (LOE), que en su artículo 351 señala: “Desde las 8:00 horas del día anterior al día de la votación, hasta las 8:00 horas del día siguiente de las elecciones, no es permitido el expendio de bebidas alcohólicas de ninguna clase y se cierran los establecimientos, o los espacios de los establecimientos comerciales, dedicados exclusivamente a dicho expendio”.