Hacer uso de un suplemento diario de hierro durante el embarazo no se traduce en un mayor riesgo de contraer malaria en los lugares donde esta enfermedad es endémica, según un estudio realizado entre mujeres de Kenia que publica hoy la revista estadounidense Jama.
Además, los niños nacidos de mujeres que tomaban hierro suplementario tenían un peso y longitud mayor, más tiempo de gestación y menor riesgo de ser prematuros.
La anemia durante el embarazo es un problema de moderado a serio en más de 80 países, es especial en África, donde afecta al 57% de las embarazadas, y la más frecuente es debido a la falta de hierro.
Sin embargo, existen algunas evidencias que sugieren que la toma de hierro suplementario durante la gestación puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades infecciosas, entre ellas la malaria.
Un equipo de médicos de la universidad holandesa de Wageningen llevaron a cabo un estudio con 470 mujeres embarazadas que viven en zonas de Kenia donde la malaria es endémica.
La mujeres tomaron un suplemento diario hierro (60 miligramos) o un placebo hasta un mes después del parto, y todas ellas ingirieron en su dieta diaria 5,7 miligramos de hierro, además de un tratamiento preventivo para la malaria.
El estudio señaló que, comparando a las mujeres que tomaron hierro y las que fueron tratadas con el placebo, la prevalencia de infección por malaria tras el nacimiento fue del 50,9% y del 52,1% respectivamente.
«En general, no encontramos que la toma diaria de suplementos de hierro durante el embarazo influyera en el riesgo de contraer la infección», señalo Martin N. Mwangi de la Universidad de Wageningen.
Los autores del estudio indican que sus resultados pueden aplicarse a mujeres embarazadas en otros países con ingresos medios y bajos y que, según sus resultados, creen que los beneficios de administrar suplementos de hierro a las embarazadas «supera los posibles riesgos».