El estancamiento en el avance contra la desigualdad de Perú pone en riesgo la eventual entrada del país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), prevista para el 2021, según un estudio publicado hoy por la ONG Oxfam.
La investigación, titulada «Brechas latentes: Índice de avance contra la desigualdad – Perú 2016», compara los índices de desigualdad entre el 2010 y 2016 en los campos de justicia tributaria, gasto social, empleo digno, equidad de género y gobernanza ambiental y de los recursos naturales.
El estudio concluye que el moderado avance de Perú contra la desigualdad experimentado a inicios de la década actual se estancó desde el 2014, cuando terminó el «boom» de las materias primas.
El documento auguró un posible incremento de la desigualdad en los próximos años, debido a las modestas perspectivas económicas para el 2017, marcadas por la reconstrucción del país tras las recientes lluvias e inundaciones, valorada en 9,000 millones de dólares, y en la paralización de importantes proyectos de inversión.
«Estamos muy lejos de alcanzar los estándares de la OCDE, tanto en desarrollo humano como en sostenibilidad fiscal. Estamos incluso lejos de México y Chile, que ya son miembros del grupo», explicó el autor del estudio, el economista e investigador de Oxfam Armando Mendoza, durante la presentación del documento.
La presión tributaria de Perú fue aproximadamente del 14% del producto bruto interno (PBI) el 2016, un «retroceso grave» respecto al 16.6% del 2014, y se proyecta alrededor del 13% el 2017, lejos de la meta del 17% propuesta por el gobierno para el 2021 y del promedio de la OCDE, fijado en 25.1%, según el estudio.
«El sistema tributario se ha vuelto más inequitativo y regresivo, ya que pagan más quienes menos tienen. Esto es resultado de la reducción del impuesto a la renta para las grandes empresas emprendida por el gobierno de Ollanta Humala (2011-2016)», dijo Mendoza.
El investigador indicó que la evasión fiscal cuesta a Perú aproximadamente 60,000 millones de soles (unos 18,500 millones de dólares), que es cuatro veces todo el presupuesto destinado a salud, y criticó que hay 10,000 millones de soles (unos 3,000 millones de dólares) en deudas pendientes de cobro de grandes empresas.
En el gasto social, el estudio señaló que el gasto en salud aumentó de 1.6% del PBI en el 2010 al 2.3% el 2016, mientras que el gasto per cápita en salud fue de unos 400 dólares, lo que está todavía lejos del promedio latinoamericano, fijado en unos 580 dólares, y muy lejos de los 2,700 dólares del promedio de la OCDE.
En equidad de género, el salario de la mujer es en promedio un tercio menos que el de un hombre, una tendencia que se mantiene igual desde hace doce años.
La investigación también advirtió un retroceso en la legislación ambiental de Perú, como la reciente rebaja de los estándares de calidad ambiental (ECA) decretada por el gobierno a petición de empresas como el complejo metalúrgico de La Oroya.
EFE/Foto: morelos.gob.mx
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