El insomnio se ha incrementado en 50’% durante la pandemia, especialmente en personas con altos niveles de estrés.
“El insomnio es la dificultad para iniciar el sueño y para mantenerlo. Es tener un despertar precoz en medio de la madrugada, generando que nos levantemos cansados al siguiente día”, declaró la neuróloga Isabel Tagle al Programa Saludable Mente de Andina Canal On Line.
Además del agotamiento permanente, indicó, hay otras señales que advierten su padecimiento.
Lo primero que surgirá es el dolor de cabeza, luego llegará un malestar general, cambios de humor o carácter, además de producirse menos paciencia, comprensión y entendimiento.
“A muchos estudiantes les ha pasado que quieren estudiar y no entienden lo que leen, pero descansan bien y al día siguiente es otra cosa, todo es más sencillo”, detalló.
Las personas con insomnio tendrán mayores problemas de memoria y conflictos sociales, familiares, laborales, junto a irritabilidad y una menor capacidad de reacción ante temas educativos y laborales.
La experta del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas dijo que es fundamental entender que sin un buen sueño no habrá buena salud.
Cuando dormimos el cuerpo descansa y repara todo lo que necesita, permitiendo que sus distintos órganos funcionen de manera óptima y eficiente en el tiempo. Quienes tienen buenos ciclos de sueño son menos propensos a sufrir menos enfermedades.
Foto Andina