BERNA (Suiza).- La Inteligencia Artificial (IA) opera hoy contra las falsificaciones de arte y la empresa especializada en esa tecnología Art Recognition se encarga de combatir dichos fraudes artísticos, según explicó la responsable de la compañía, Carina Popovici.
Una red neuronal entrenada para aprender las principales características de un artista determinó la autenticidad de obras atribuidas a Rubens, Monet y van Gogh.
Se trata de una tendencia emergente utilizada con más frecuencia por galerías, casas de subastas y coleccionistas, señaló la experta.
La firma, pionera en el uso de IA para la autentificación de obras de arte, saltó recientemente a los medios tras descubrir que más de 40 pinturas falsificadas, entre ellas, una presunta obra de Monet y otra de Renoir, intentaban venderlas en eBay, un sitio destinado a la subasta y comercio electrónico de productos por internet.
A pesar de la percepción de que la IA representa una amenaza para los conocedores de arte, eso está lejos de ser verdad, señaló Popovici.
En el caso anterior, se trata de todo lo contrario, ya que la tan llevada y traída tecnología está dedicada en este acápite a complementar a los expertos en arte y los métodos tradicionales de autentificación, subrayó la especialista, consejera delegada y fundadora de la empresa.
Popovici creó en el 2019 Art Recognition, con sede en un centro de desarrollo de empresas emergentes en la pequeña localidad de Adliswil, en las afueras de Zúrich (ciudad más poblada de Suiza), y la misma trabaja con instituciones de arte.
Cómo funciona lo explicó la experta, quien indicó que usan una IA basada en una red neuronal convolucional, la cual puede aprender de las características principales de un artista a partir de fotografías auténticas.
Posteriormente esas imágenes son reconocidas por esta tecnología en una nueva obra de arte no vista anteriormente, explica declaró Popovici, también diseñadora del software.
Antes de este precedimiento, la IA tiene que pasar por una fase de entrenamiento en el cual examina, durante un periodo de uno a tres días, fotografías de todas las obras conocidas del artista y ejemplos negativos de falsificaciones, en caso de existir el fraude, añadió.
Para ello, la IA usa proveedores de servicios integrales de centros de datos en la nube, como AWS y Azure.
Una de las principales características que ayudan al software a verificar si la obra es o no del autor en cuestión son las pinceladas utilizadas sobre el lienzo, pero la IA también analiza otros elementos, como la paleta de colores usada, o el nivel de composición, explicó.
La empresa creada por Popovici, Art Recognition, tampoco se presenta infalible y según la responsable de la firma tiene también sus limitaciones.
Esta tecnología, según la especialista, por ahora no puede verificar una obra de Vermeer, dado que solo existen unas 36 –cuanto más grande es la base de datos, más precisión–.
Tampoco puede distinguir con eficacia obras altamente restauradas, como el Salvator Mundi, aún en discusión si lo pintó o no el gran polímata del Renacimiento Leonardo da Vinci.
En el arte contemporáneo esta nueva herramienta tiene problemas para verificar copias de los célebres drippings (obras a base de salpicaduras y chorros, de Jackson Pollock o de los originales de Modigliani, creador en torno a quien los expertos no se ponen de acuerdo todavía sobre cuáles son sus verdaderas obras.
De todas formas, en cualquier caso, Popovici ofrece la labor de su compañía para “contribuir a un mercado de arte más transparente”, de acuerdo con sus propias palabras.
Fuente y foto Prensa Latina