BERLÍN (Alemania).- La Inteligencia Artificial (IA) invade casi todos los ámbitos de la vida y la cultura no está exenta de este fenómeno inventado por el hombre, como sucede hoy con la pintura o la música.
Pero, ¿qué pasa cuando la tecnología supera los límites de la ética e intenta suplantar al ser humano, ese mismo que la creó?
El mes pasado algunas celebridades pasaron por la prueba de esta técnica y hasta parecieron posar para el pintor holandés Vincent Van Gogh en pleno siglo XXI, con sus propias líneas y colores.
Los actores españoles Penélope Cruz, su esposo Javier Bardem y Antonio Banderas, el estadounidense Leonardo DiCaprio, el cantante y compositor británico Elton John y el futbolista portugués Cristiano Ronaldo aparecieron en marzo en redes sociales como modelos, gracias a un “pincel digital”.
Se trata de un programa de IA que imitó en ese momento los trazos del artista para celebrar 170 años de su natalicio.
Hace una semana, un rap hecho a través de dicha tecnología calcó las voces de los cantantes canadienses Drake y The Weeknd, pero causó mucho recelo, debido a que el ritmo fue creado por un software de IA sin el consentimiento de los músicos.
La catedrática Alena Buyx, presidenta del Consejo Alemán de Ética, opinó ante medios locales de difusión que el empleo de la IA debe ampliar el desarrollo humano, la autoría y las posibilidades de actuación, no mermarlos.
Considera que simplificar procesos, ayudar a las personas o detectar enfermedades suena a un mundo nuevo y feliz.
Sin embargo, el futuro, completamente de color rosa, no es percibido por el Consejo de Ética, al cual el órgano federal supremo legislativo de Alemania (Bundestag) encargó analizar las oportunidades y peligros de la IA.
Esta no debe suplantar a las personas, afirmó Buyx, quien asesora a políticos sobre cuestiones de conductas.
Ese sistema está muy presente en la vida moderna, se utiliza para diagnosticar el cáncer o para enseñar vocabulario a los alumnos, pero también puede determinar quién debe influir en nuestro comportamiento en las redes sociales, acotó la profesora.
Dicha comisión de ética presentó su informe “El hombre y la máquina”, en el cual plasmó los peligros y aciertos asociados a las nuevas tecnologías.
Uno de los puntos definidos por el comité fue que no se puede delegar la responsabilidad en los robots o cualquier otro artilugio, los cuales, en definitiva, son creados por el ser humano.
Fuente Prensa Latina / foto Twitter
⊕