Irak dice que ni EEUU ni Irán quieren entrar en una guerra

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BAGDAD.- El primer ministro iraquí, Adel Abdelmahdi, aseguró hoy que ni Estados Unidos ni Irán quieren entrar en una guerra en un momento de repunte de tensión entre ambos países y de roces con sus vecinos en el golfo Pérsico.

«Washington y Teherán no quieren entrar en guerra», dijo Abdelmahdi en su rueda de prensa semanal, aunque avisó de que su país tiene «planes» en caso de una «urgencia, si ocurre un choque entre Estados Unidos e Irán».

Irak se ha perfilado como mediador en el conflicto entre los dos países y el primer ministro subrayó que están realizando «esfuerzos para encontrar una salida a esta crisis», que calificó de «complicada».

Bagdad es un destacado socio político y comercial de Teherán, y ya ha asegurado en el pasado que no cambiaría su relación con el país vecino, cuyo gobierno chií apoya al iraquí, influenciado por grupos de esta rama del islam.

El pasado 7 de mayo, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, viajó a la capital iraquí por sorpresa tras suspender su visita a Berlín debido a «asuntos acuciantes», en medio de la imposición de nuevas sanciones de Washington a Irán.

En la última semana, EEUU ha enviado al golfo Pérsico el portaaviones USS «Abraham Lincoln», el buque de asalto anfibio USS «Arlington», misiles Patriot y bombarderos, tras denunciar que había detectado «indicios» de planes ofensivos iraníes contra sus fuerzas e intereses en Oriente Medio.

Pese a este despliegue militar, los Guardianes de la Revolución iraníes aseguraron este domingo que no ven probable una guerra con EEUU y que, en caso de ataque, tienen la capacidad de responder con firmeza.

Las denuncias de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí sobre un supuesto «sabotaje» contra varios de sus barcos en el golfo Pérsico elevaron en las últimas horas la tensión.

Esas quejas de dos rivales regionales de Teherán llegaron tres días después de que la Autoridad Marítima de EEUU advirtiera sobre posibles actos de sabotaje de «Irán o sus intermediarios locales» contra naves comerciales en el golfo.

El gobierno iraní se ha desmarcado del sabotaje contra los petroleros y ha denunciado una conspiración para crear inseguridad en la zona.

La tensión en el golfo Pérsico ha aumentado desde que Washington anunció en abril el fin de las exenciones que había concedidas a ocho naciones o territorios para que siguieran comprando petróleo a Irán.

EFE/Foto: middle-east-online.com

 

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