TEHERÁN.- Irán calificó este domingo de fructíferas las conversaciones con el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, que trata en Teherán de evitar que las autoridades iraníes limiten las inspecciones a sus instalaciones nucleares.
Grossi se reunió en esta jornada con el jefe de la Agencia Iraní de Energía Atómica, Alí Akbar Salehí, y va a mantener también un encuentro con el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif.
«Irán y el OIEA mantuvieron fructíferas conversaciones basadas en el respeto mutuo», indicó escuetamente en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter el representante iraní ante la agencia nuclear de la ONU, Kazem Gharibabadi.
El diplomático adelantó que el resultado de las reuniones «se dará a conocer esta noche», cuando está previsto que Irán y el OIEA publiquen un comunicado conjunto.
Se trata de la segunda visita a Irán de Grossi desde que asumió el cargo, después de la realizada a finales de agosto, y se produce en un momento de elevada tensión en torno al acuerdo nuclear de 2015.
Irán planea suspender a partir del próximo día 23 la implementación voluntaria del llamado Protocolo Adicional, que permite a los inspectores del OIEA visitar sin previo aviso cualquier instalación nuclear civil o militar iraní.
Hace dos días, Grossi explicó en un tuit que el objetivo de su viaje es «encontrar una solución de mutuo acuerdo» y que «el OIEA pueda continuar las actividades de verificación esenciales en Irán».
«Esperando el éxito, esto es del interés para todos», agregó.
Sobre la visita y antes de su reunión con Grossi, Zarif dijo que van a hablar sobre cómo «respetar» la ley aprobada por el Parlamento iraní, que estipula el fin del citado Protocolo Adicional, y al mismo tiempo «no crear un punto muerto».
El objetivo, según el jefe de la diplomacia iraní, es que el director del OIEA «pueda continuar sus obligaciones de mostrar que nuestro programa nuclear es pacífico».
En una entrevista exclusiva con la televisión estatal en inglés Press TV, Zarif insistió en que el acuerdo nuclear no es renegociable y que todas las sanciones deben levantarse para poder iniciar conversaciones con el fin de salvar el pacto.
El acuerdo, conocido como JCPOA en sus siglas en inglés, fue firmado en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania) y limita el programa atómico iraní a cambio del alivio de las sanciones internacionales.
Se encuentra, sin embargo, debilitado desde la retirada unilateral de EE.UU. en 2018 y su decisión de volver a imponer sanciones a Irán que, en represalia, empezó a incumplir sus compromisos de forma gradual.
El presidente estadounidense., Joe Biden, afirmó el pasado viernes que su país está dispuesto a «negociar» con Irán y el resto de países firmantes del JCPOA y que es necesario abordar también «las actividades desestabilizadoras» de Teherán en Oriente Medio. EFE