TEHERÁN.- El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, calificó este domingo de triunfo para la causa del multilateralismo el fin del embargo de armas contra su país que Estados Unidos trató de prorrogar sin éxito.
«Un día trascendental para la comunidad internacional, que -en desafío a los inútiles esfuerzos de Estados Unidos- ha protegido la resolución 2231 y el JCPOA (siglas en inglés del acuerdo nuclear)», escribió Zarif en su cuenta oficial de Twitter.
La resolución 2231 de la ONU, que validó el acuerdo nuclear de 2015, recogía el término del embargo el 18 de octubre de 2020, pero Washington abogó por su extensión de manera indefinida, una propuesta rechazada el pasado 14 de agosto por 13 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad.
El jefe de la diplomacia iraní subrayó que «la normalización actual de la cooperación de Irán en materia de defensa con el mundo es un triunfo para la causa del multilateralismo, la paz y la seguridad en nuestra región».
También el Ministerio de Exteriores de Irán publicó un comunicado en el que insistió en esa idea y recordó que todas las restricciones a la transferencia de armas y las prohibiciones de viaje impuestas a varios ciudadanos iraníes y funcionarios militares «se cancelan automáticamente» y no requieren de otra acción.
Exteriores añadió que este mismo procedimiento se aplica para la terminación de las restricciones relacionadas con los misiles, en el año 2023, y de otros aspectos de la cuestión nuclear iraní, en el 2025.
UNA DOCTRINA DE DEFENSA BASADA EN LAS CAPACIDADES INTERNAS
«A partir de hoy, la República Islámica del Irán puede adquirir las armas y el equipo necesarios de cualquier fuente sin restricciones legales y únicamente en función de sus necesidades defensivas, y también puede exportar armamento defensivo basado en sus propias políticas», aseveró.
No obstante, Exteriores destacó que «la doctrina de defensa de Irán se basa en una fuerte dependencia de su pueblo y sus capacidades internas» y que así seguirá siendo.
«Las armas no convencionales, las armas de destrucción masiva y la compra compulsiva de armas convencionales no tienen cabida en la doctrina de defensa de Irán», indicó la nota, que también lanzó otro mensaje tranquilizador recordando que «Irán nunca ha iniciado una guerra».
Irán urgió a EE.UU, a «abandonar su enfoque destructivo con respecto a la resolución 2231, dejar de violar el derecho internacional y poner fin a una mayor desestabilización en la región de Asia Occidental».
POSIBLES CONTRAMEDIDAS
Además, advirtió que Irán «se reserva el derecho de tomar cualquier contramedida para asegurar sus intereses nacionales» en caso de violación de la resolución 2231 y sus calendarios sobre el fin de las restricciones.
La presión de EE.UU. para que ningún país venda armas a Irán, incluso mediante sanciones, sumada a la crisis económica que atraviesa el país dificultan que la República Islámica efectué numerosas adquisiciones.
Es probable que entable algunos acuerdos limitados con sus aliados Rusia y China y que, como han adelantado varios generales, se centre en la exportación de su propio armamento.
Irán ha tenido que desarrollar a nivel interno su sector armamentístico desde el triunfo de la Revolución Islámica de 1979 debido a las sanciones y embargos pero, en muchos casos, sus equipos se encuentran obsoletos y son copias o nuevas versiones de diseños de otros países. EFE