TEHERÁN.- Otras once personas han fallecido por coronavirus en Irán, donde el balance global asciende a 54 muertos de entre 978 contagiados, y cuyas autoridades están implementando más restricciones para evitar la propagación de la enfermedad.
El portavoz del Ministerio de Salud, Kianush Yahanpur, informó este domingo de que en las últimas 24 horas se confirmaron 385 nuevos contagios, el mayor aumento desde que se empezaron a contabilizar estos datos.
En la provincia de Teherán es donde se han registrado buena parte de los nuevos casos, en total 170; seguida de la de Markazí, con 44; Alborz, con 31; Qom, con 30; y Guilán con 28.
«La mayoría de los casos nuevos de coronavirus se han observado en los últimos días en la provincia de Teherán. También hay un brote rápido en las provincias de Markazí y en general en el norte del país», explicó el portavoz de Salud, quien subrayó que la propagación va «en aumento» y que la situación es «grave» en gran parte de las regiones.
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La mayoría de las provincias de Irán, 27 de 31, tienen casos positivos de coronavirus, siendo la más afectada Teherán, donde se han reportado 350.
Las autoridades iraníes no aplicaron ningún tipo de cuarentena cuando comenzó el foco en Qom, lo que favoreció su propagación por todo el país, e insisten en que esta medida no va a adoptarse.
Para frenar el avance del virus, las autoridades sí han decidido cerrar las escuelas y las universidades, así como suspender eventos deportivos, culturales y religiosos y reuniones gubernamentales o del Parlamento.
La última medida, que entró en vigor esta jornada, es la reducción de la jornada laboral en las oficinas gubernamentales y los bancos estatales de Teherán.
Esta reducción es de entre dos y tres horas y también está siendo implementada en algunas empresas del sector privado, que en ciertos casos han optado por el teletrabajo.
Las calles de la capital están bastante vacías, en comparación con el habitual bullicio de una urbe de unos diez millones de habitantes.
Las autoridades han recomendado permanecer en casa y evitar cualquier desplazamiento innecesario, criticando que numerosos ciudadanos hayan aprovechado el cierre de las escuelas y universidades para viajar al norte del país, lo que ha disparado en esa zona los casos de coronavirus.
Irán también está fabricando a nivel local mascarillas y desinfectante, ante la escasez sufrida durante días, y va a empezar a producir también el dispositivo de diagnóstico del virus, que hasta ahora importaba con dificultades debido al cierre de las fronteras por sus vecinos y la suspensión de vuelos.
EFE