JERUSALÉN.- Azul y Blanco y el Likud, los dos principales partidos de Israel, continuaron hoy negociando para formar un gobierno de unidad, sin avances visibles, en su primera reunión después de que el presidente encargase a Benjamín Netanyahu la formación del próximo ejecutivo.
Los negociadores trataron sobre la posibilidad de una presidencia del gobierno rotatoria y discutieron sobre la continuidad de Netanyahu en el cargo de primer ministro, pero no parecen haberse acercado a un acuerdo.
Según el diario «Haaretz», las partes se volverán a reunir el domingo y los desencuentros siguen siendo importantes.
El centrista Azul y Blanco explicó en un comunicado que su equipo presentó sus demandas iniciales y acusó al Likud de «seguir atrincherado» en sus posturas: exigir que Netanyahu siga en el cargo y que el gobierno incluya a sus socios habituales, el ultraderechista Yamina y las formaciones ultraortodoxas.
«Desde un principio ha quedado claro que Azul y Blanco no aceptaría estas condiciones», señala la nota, que afirma que el Likud quiere «arrastrar a Israel a una tercera ronda de elecciones» solo por los intereses de Netanyahu.
El líder de Azul y Blanco, Beni Gantz, se opone a apoyar un ejecutivo liderado por «Bibi», el apodo de Netanyahu, mientras este esté bajo la sombra de la acusación en tres casos de corrupción por los que la Fiscalía podría acusarle formalmente tras una vista que empezará el próximo miércoles.
Ni el Likud ni Azul y Blanco lograron el pasado día 17 una mayoría suficiente que les permita gobernar junto a sus socios naturales, lo que les ha obligado a unas negociaciones que ninguno de los dos deseaba.
El presidente, Reuvén Rivlin, intentó acercar posiciones en los últimos días, propuso un gobierno de alternancia y sugirió la posibilidad de que el primer ministro se deba desvincular temporalmente de su cargo si es acusado, lo que permitiría a Gantz asumir la jefatura en caso de que se formalizaran las acusaciones contra Netanyahu.
No son pocos los analistas que ven la situación actual como un callejón sin salida y, pese a que la mayor parte de la población se opone, auguran que los israelíes podrían verse abocados a ir a las urnas por tercera vez en un año.
EFE/Foto: ynetnews.com