JERUSALÉN.- Los israelíes votan hoy con fatiga electoral, pero con cierto ánimo tras la reapertura por la rápida vacunación, y ante una clara disyuntiva: para elegir al primer ministro entre Benjamín Netanyahu o por el cambio.
«Esperamos que la situación (política) se desbloquee, con una coalición de gobierno con un verdadero jefe», declaró a Efe el israelí David Alexandre, a las puertas de un colegio en Jerusalén, sobre esta cuarta ronda electoral en menos de dos años.
Para él, el líder es Netanyahu, mientras que para Antonio Di Gesù, empleado en un horno y estudiante de filología italiano-israelí, el objetivo de su papeleta es desbancarle.
El jefe de Gobierno israelí concurre como favorito en estas elecciones, pero está en el aire la composición de un Parlamento que podría no alcanzar mayorías para formar ejecutivo.
La participación hasta las 12:00 (10.00 GMT) fue del 25,4%, algo menos que en los comicios anteriores de 2020, que fue del 27,6% en la misma hora.
Estas son las elecciones más caras de la historia de Israel, marcada por las medidas anticoronavirus y colegios especiales para personas en cuarentena e infectados.
Más de 6,5 millones de votantes están llamados a las urnas para romper el largo bloqueo político del país.
«Estamos contentos de votar, está lleno de gente», incluso más que los anteriores elecciones, remarcó a Efe Alexandre, que aprovechaba para disfrutar del día -jornada festiva en Israel- junto a la familia.
Netanyahu «hizo un buen trabajo durante la crisis del coronavirus», sobre todo con la veloz campaña de vacunación que colocó a Israel como líder mundial.
Más de 4,6 millones de ciudadanos, en torno a la mitad de la población, ya están completamente vacunados.
Sin embargo, Di Gesù ve el panorama con cierto pesimismo: «Me temo que se vaya más hacia la derecha de donde estamos, con un gobierno mucho peor del que tenemos ahora», aseguró.
Vaticinó la posibilidad de que Netanyahu pudiera conseguir los 61 escaños necesarios para formar gobierno con sus aliados ultraortodoxos y la extrema derecha del Partido Sionista Religioso, «homófobo» y «racista».
Las calles de Jerusalén a media mañana estaban animadas, con gente comprando en las tiendas que quedaban abiertas o compartiendo cafés en las terrazas de bares y restaurantes.
En los centros especiales para contagiados y ciudadanos en cuarentena, visitados por Efe, habían recibido hasta media mañana pocos votantes.
Tras una campaña electoral marcada por las posturas pro o antiNetanyahu de las 37 listas que se presentan, los sondeos no predicen que el bloque a su favor ni la amplia gama de formaciones que se le oponen obtengan mayoría clara para formar una coalición de gobierno. EFE