ROMA (Italia).- El Papa Francisco ha elogiado a Marruecos por su tentativa de salvar a Rayan, el niño de cinco años que fue rescatado sin vida de un pozo en el que había permanecido los cinco últimos días a 32 metros de profundidad.
«Todo el pueblo trabajando para salvar a un niño. Lo intentaron todo. Lamentablemente no lo lograron, pero es un ejemplo», ha señalado Francisco durante el Ángelus de este domingo.
El Pontífice ha alabado de este modo la tenacidad del pueblo marroquí, que se ha volcado con la tragedia de esta familia. «Lamentablemente no lo lograron, pero es un ejemplo que leí en ‘Il Messagero (el periódico italiano) la fotografía de ese pueblo esperando, en espera de salvar a un niño. Gracias a ese pueblo por ese testimonio», ha expresado el Papa, arrancando el aplauso de los presentes en San Pedro.
En medio de tantas malas noticias, hay cosas bellas. Hoy me gustaría mencionar dos: una, en Marruecos, donde todo un pueblo trabajó para salvar un niño, Rayan. Gracias a este pueblo por el testimonio.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) February 6, 2022
Durante la catequesis, el Pontífice ha reflexionado sobre «la decepción» que constatan los hombres cuando se esfuerzan pero no ven «los resultados deseados». Francisco ha comentado el episodio del Evangelio cuando Simón Pedro lava sus redes después de una noche de pesca que salió mal: «Cuántas veces también nosotros nos quedamos con una sensación de derrota, mientras la decepción y la amargura surgen en nuestros corazones».
Para el Papa, la barca vacía es símbolo de «incapacidad» y se convierte en la «cátedra» de Jesús, en el púlpito desde el que proclama la Palabra. «Dios no quiere un crucero, le basta con una pobre barca «destartalada», siempre que lo acojamos. Pero, ¿lo dejamos entrar en la barca de nuestras vidas? ¿Ponemos a su disposición lo poco que tenemos? A veces nos sentimos indignos de Él porque somos pecadores. Pero esta es una excusa que no le gusta al Señor, porque lo aleja de nosotros. Es el Dios de la cercanía: no busca el perfeccionismo, sino la acogida», ha agregado.
Asimismo, el Papa ha bendecido una estatua de Santa Bakhita, que refleja algunas de las víctimas de la trata de personas, y de algunas religiosas que acompañan pastoralmente a estas mujeres. La Iglesia celebra cada 8 de febrero la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas en la memoria litúrgica de Santa Josefina Bakhita.
Fuente Europa Press / foto Twitter-al
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