ROMA.- El párroco de la iglesia de san Torpete, en Génova, cerrara su iglesia en Navidad en protesta contra la llamada «ley Salvini» promulgada en Italia que endurece la política anti-inmigración de Roma y facilita las expulsiones.
El sacerdote Paolo Farinella alega «objeción de conciencia» para justificar esta drástica medida, pues afirma que «si Jesús, con María y José se presentaran hoy para celebrar su nacimiento, con el decreto inmundo de Salvini serían parados en la frontera y echados atrás», según escribe en su blog.
Asegura el sacerdote que quien apoya la ley impulsada por el líder de la ultraderechista Liga y ministro del Interior, Matteo Salvini, está «matando a Dios» y siendo cómplice.
Afirma que la ley «llamada pudorosamente decreto de seguridad es un decreto de inseguridad masiva y recorte de los valores y sentimientos más profundos de la democracia y el derecho».
El párroco de esta iglesia del centro histórico de Génova se pregunta «¿con qué derecho los cristianos podemos pretender celebrar el Nacimiento de Jesús cuando su país, sin ninguna resistencia o protesta, expulsa como hombre al hijo de Dios?».
Considera su decisión como «una huelga personal» y «el único gesto de dignidad que queda».
Por todo ello, la iglesia de san Torpete en Génova permanecerá cerrada desde el sábado 24 hasta el la Epifanía del 5 de enero, con el fin de «estimular el pensamiento y la reflexión de los creyentes y de cuantos tengan conciencia».
EFE/Foto: genovareppublica.it