ROMA.- Italia permitirá suministrar a las mujeres en todo el territorio la píldora abortiva sin necesidad de que sean hospitalizadas y hasta la novena semana de gestación, avanzó hoy el ministro italiano de Sanidad, Roberto Speranza, un anuncio que ha generado debate en el país.
El departamento de Sanidad presentará en breve las nuevas políticas sobre la administración de la píldora abortiva RU-486 (mifepristona), con la intención de que se aplique por igual en todo el territorio nacional.
Speranza, del partido de izquierda Libres e Iguales, explicó en las redes sociales que las nuevas normas, «basadas en evidencias científicas», permitirán el aborto médico o farmacológico en un mismo día en el hospital y hasta la novena semana de gestación.
«Se debe hacer en un día en el hospital, en centros públicos o privados, y las mujeres podrán volver a casa media hora después de tomar el medicamento», detalló en el diario «La Repubblica» acerca de una decisión que ha contado con el asesoramiento del Consejo Superior de la Sanidad.
Las antiguas normas permitían suministrar el fármaco únicamente durante las primeras siete semanas sin menstruación y aconsejaban unos tres días de hospitalización.
Daban libertad de decisión a los gobiernos regionales sobre el tiempo de ingreso hospitalario, por lo que en varias zonas de Italia se ha permitido que se hiciera en el mismo día, pero no en todas.
En junio en la región de Umbria (centro del país), gobernada por la ultraderechista Liga, se aprobó un documento que obligaba a las mujeres a ser hospitalizadas tras tomar la pastilla, una decisión que suscitó numerosas protestas.
La nueva decisión del Ministerio de Sanidad ha generado reacciones encontradas.
Así, fue aplaudida por algunos miembros de la coalición del Gobierno, del antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S), el Partido Demócrata (PD) y otras fuerzas de izquierda.
También la secretaria del sindicato CGIL en Umbria, Barbara Mischianti, agradeció las movilizaciones de las mujeres de los últimos meses para reclamar que no se impidiera el aborto farmacológico, consideró esta iniciativa «un resultado importante» y pidió al Gobierno regional la suspensión «inmediata» de la norma «liberticida» que obliga a la hospitalización.
En contra de las nuevas directrices se manifestaron organizaciones conservadoras como «Pro Vita e Famiglia», que las consideran «la legalización de facto del aborto a domicilio» y aseguran que descuida la salud de la mujer.
El diario «Avvenire», de la Conferencia Episcopal italiana, ha calificado esta medida de «desconcertante» en un artículo.
En Italia el aborto es legal desde 1978, gracias a la Ley 194.
En los primeros noventa días de gestación, se requiere una declaración de la mujer que asegure que el parto supone un peligro para su salud física o psíquica, y a partir de entonces un médico debe certificar que el nacimiento implicaría un riesgo para la vida de la mujer.
En 2009 se introdujo también el aborto farmacológico o médico mediante la pastilla RU-486 en un centro hospitalario.
No obstante, cada día la práctica del aborto se ve obstaculizada por el alto número de médicos objetores de conciencia.
La Asociación Luca Coscioni apunta que siete de cada diez ginecólogos lo son y llegan al 90 % en algunas zonas del sur del país.
Solo el 21 % de los abortos se realiza utilizando esa pastilla, según datos del Ministerio de Sanidad divulgadas por dicha asociación. EFE