ROMA.- La quinua, conocida como el grano de oro de los incas, fue el ingrediente protagonista de un evento organizado por la FAO en Roma en el que Perú dio a conocer este «súper alimento», nutritivo, versátil y respetuoso con el medioambiente.
Con motivo del «Año Internacional de los Suelos» convocado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Perú mostró la relación entre gastronomía y suelos saludables en el espacio gastronómico Eataly.
La embajadora de Perú en Italia, Eda Rivas (foto), subrayó en declaraciones a Efe que «la quinua es un alimento paradigmático para el cuidado de los suelos».
Ensalzó también su valor histórico, porque «procede de culturas milenarias» y su adaptación al siglo XXI «en los llamados suelos agroecológicos».
«Hemos dado al mundo un súper alimento», celebró la embajadora, satisfecha por mostrar en Roma un ejemplo de «cómo la agricultura puede adaptarse al suelo y al medioambiente» con un alimento que es «nutritivo y puede ayudar en la lucha contra el hambre».
Además, esta planta, que crece en terrenos por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar y es resistente a la nieve, «se puede adaptar a otras temperaturas y favorecer la reconversión de espacios agrícolas».
El evento incluyó una presentación de la quinua, una explicación técnica por parte del experto de la FAO Wilson Hugo y una demostración sobre cómo degustar este grano, a cargo del chef peruano Rafael Rodríguez.
La degustación incluyó platos de quinua blanca, la más conocida, pero también la roja y la negra, y con sugerencias tanto saladas, las más conocidas, como dulces, como la mousse de chocolate con quinua tostada.
«Usos poco conocidos de la quinua«, que también se consume en forma de fideos o como harina derivada -expuso Rivas-, «beneficiosos porque es nutritiva y no engorda tanto como la pasta o el arroz».
La FAO celebró el 2013 el «el Año de la Quinua» y este 2015 celebra el «Año Internacional de los Suelos», iniciativa que tiene como objetivo «concienciar sobre un uso más sostenible de este recurso crítico». ♦