El lateral peruano del Real Betis, Juan Manuel Vargas, reconoció hoy que «la ansiedad» y la «desesperación» por llegar en condiciones a los «partidos importantes» frente al Sevilla y al Barcelona han sido las causas de que no se haya recuperado en condiciones y haya empeorado de su lesión muscular.
Vargas manifestó que no está contento con su primer año en el Betis español porque las lesiones se lo han impedido y añadió que sus sensaciones son ahora «mucho mejores» y que, incluso, no descarta volver a los terrenos de juego antes de que termine la actual temporada porque «las ganas siempre han estado ahí».
«Tengo ganas de jugar, pero lo que queda es recuperar bien para poder estar en buenas condiciones», afirmó en una entrevista a la web del Betis el zaguero peruano, lesionado en el recto anterior del cuádriceps izquierdo y que comentó que siempre ha arriesgado a sabiendas de que se podía romper «y que el tiempo ya no serían diez días de baja, sino dos o tres meses«.
Vargas indicó que llegó al Betis este año con la ilusión de jugar todos los partidos, aunque lamentablemente se lesionó primero en la rodilla y luego en el cuádriceps porque, según reconoció, era «terco y torpe» y no se cuidaba físicamente para volver «cuanto antes» y se rompía.
Afirmó que, ya que el equipo está «cerca del objetivo» de la permanencia, se encuentra «más tranquilo» para recuperarse bien ahora y durante el verano para afrontar el año que le resta de contrato con el Real Betis «y empezar con buen pie» para que, cuando juegue, lo haga al cien por cien y sin rémoras de lesiones.
Respecto a las críticas que han relacionado sus lesiones con el sobrepeso, reconoció que es autocrítico y que cuando se lesionó de la rodilla «estaba un kilo o dos arriba, porque es normal después de estar dos meses parado y no poder correr», lo que dijo que «influye mucho» y «no es porque uno quiera y se vaya comer por ahí».
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«Estar parado y no poder entrenar con tus compañeros hace que subas un poco el peso, más aún cuando te entra la ansiedad de querer volver y no puedes ni correr», confesó el lateral peruano, quien señaló que no hace caso a los comentarios y que lo único que le importa es dar lo mejor de sí «por esta afición y el Betis, que es lo que realmente importa».
Dijo que es normal haberse quedado fuera de la selección de Perú para la Copa América porque «en la selección deben estar los que mejor se encuentran», y agregó que le gustaría que salieran mucho más futbolistas de su país a jugar fuera y que el torneo servirá «para darle otro aire a la selección».
Consideró que con su edad (32 años) «hay cosas que debe cambiar» para jugar en Europa como la alimentación y que ello lo ha hablado con su amigo y compatriota Claudio Pizarro, con quien coincidió en la Fiorentina y de quien dijo es «un ejemplo a seguir» como Massimo Ambrosini, quien este mes cumplirá 39 años.
«He jugado con jugadores que llegan a la edad de 37 o 38 años y te preguntas que si ellos pueden por qué no vas a poder tú. Trato de imitarlos, ves su vida y cómo corren a su edad y sabes que ese es el camino que debes seguir. Tienes que ser la misma persona dentro y fuera del campo, ellos no cambiaban su forma de ser y por eso están ahí», reflexionó.