TOKIO.- El exgurú de la secta Aum, Shoko Asahara, condenado a muerte por su responsabilidad en el ataque con gas sarín, perpetrado en el metro de la capital japonesa en marzo de 1995, fue ejecutado este viernes (horario local) por la mañana.
Shoko Asahara —cuyo verdadero nombre era Chizuo Matsumoto— esperaba desde hacía años en el corredor de la muerte, junto a 12 cómplices implicados en el atentado con gas sarín que le costó la vida a 13 personas y causó diversas lesiones, algunas irreversibles, a otras 6.300.
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El atentado fue ejecutado por cinco miembros de la secta que de manera coordinada perforaron con la punta de sus paraguas varias bolsas con el gas sarín colocadas en los vagones de cinco trenes del metro de Tokio en la hora punta de la mañana del 20 de marzo de 1995.
La fiscalía señaló que «Asahara dio la orden de atacar el metro de Tokyo» y le acusa de haber preparado el incidente de Matsumoto y el asesinato de la familia Sakamoto.
Algunos de los discípulos testificaron en contra de Asahara en el juicio del siglo para la prensa japonesa.
Yoshihiro Yasuda, el abogado de Asahara con mayor preparación, fue arrestado y no pudo participar en la defensa a pesar de ser absuelto finalmente.
La secta se gestó en 1984, cuando Asahara abrió un pequeño seminario de yoga en el barrio de Tokio de Shibuya donde logró captar a varios miembros de la élite universitaria japonesa entre la que se expandió, lo que impulsó el crecimiento del grupo hasta transformarlo en una poderosa organización dividida en ministerios con capacidad para producir agentes químicos y armas ligeras, y que incluso llegó a adquirir un helicóptero militar ruso. (ECHA- Agencias)