El caso de los congresistas que aparecen en los «Kenjivideos», también conocidos como «Keikovideos», correrá a otra velocidad en el Congreso, estimó el exprocurador José Ugaz, tras considerar que el dedo acusador proviene de quienes tienen una tradición de más de una década de corrupción.
“Yo creo que, efectivamente, ahí eso va a correr a otra velocidad y por cuerdas separadas y ahí tampoco hay que perder la perspectiva de la foto grande. Estos tres que están en una conversación absolutamente impropia, que revela no solo tres sinvergüenzas o tres congresistas que están […] con cosas, sino que revela un sistema. Esta es la forma como se ha construido la política en el Perú”, refirió.
“La pregunta es quién puede levantar el dedo acusador, y con mayor razón si ese dedo acusador puede venir de quienes tienen una tradición de más de una década de corrupción, de grabaciones ilegales, y ahora resulta que se han convertido en unas monjas cartujas y se rasgan las vestiduras frente a lo que ellos consideran que son unos delincuentes. Hay que tener mucho cuidado con eso, ahí hay un macartismo equivocado”, indicó.
Sin presión mediática
“Hoy la noticia es que el fiscal de la Nación ya acogió la denuncia. Además hay varias denuncias, la del procurador Enco, del procurador del Congreso, y una de oficio que el Ministerio Público ha iniciado. Entonces, tendrá que acumularse, y empezar a llamar a los actores”, precisó en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“Esto [el análisis de los audios y videos] hay que dejárselo a la Fiscalía, la Fiscalía con la calma que eso requiere y sin la presión mediática deberá, pues, hacer una evaluación y, al final, decidir si aquí hay acciones delictivas”, puntualizó.
José Ugaz reveló que siente un poco de resquemor cuando escucha con mucha facilidad que la gente dice que hay graves delitos, sin tomar en cuenta que debe haber una investigación preliminar para analizar la comisión de actos ilícitos.
“Lo primero que hay que tener en cuenta es que no se puede confundir lo antiestético, lo inmoral, lo antiético necesariamente con un delito. Hay cosas que son muy chocantes, muy desagradables, pero que no tienen entidad delictiva, y que deberán sancionarse en otro ámbito, la sanción social, administrativa, y política no votando por esa persona o ese partido, pero no todo es delito”, señaló.
La perspectiva del pedido
Explicó, asimismo, que en el caso de las grabaciones de videos y audios que muestran las negociaciones de votos para evitar la vacancia del expresidente Pedro Pablo Kuczynski, debe tomarse en cuenta los contextos, la motivación y el tipo de participación de los involucrados en los hechos que se mencionan.
“Por ejemplo, este es un caso que tiene una particularidad, aquí hay un agente provocador, un sujeto que ha tendido una celada a varios actores, diciéndoles ‘yo me quiero salir, quiero ver qué me van a dar a cambio de mi voto’. Eso es muy distinto a que alguien le toque la puerta a ese mismo personaje, ‘oye salte, que yo te voy a dar algo a cambio de tu voto’”, refirió.
“Cambia mucho la perspectiva de dónde haya vendido el pedido, quién hizo la primera llamada, qué se conversó en estas reuniones, solo hemos escuchado fragmentos de conversaciones y algunos de los actores han dicho que han sido editados”, señaló.
Finalmente, estimó que preliminarmente en situaciones específicas de los videos difundidos se podrían haber configurado la comisión de los presuntos delitos de corrupción, tráfico de influencias o abuso de autoridad.
“De lo que hemos escuchado, cuando se habla del 5%, de nombramientos de autoridades, todo indicaría que estamos en el ámbito de delitos contra la administración pública, se podría hablar ahí de actos de corrupción, de tráfico de influencias o de abuso de autoridad, pero me parece que estamos en un estadio muy prematuro para hacer predicciones penales finales”, opinó.
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