Todo un reto es la organización de los Juegos Panamericanos a realizarse el año entrante en Lima 2019. El certamen apunta a convertirse en el mejor acontecimiento deportivo realizado en suelo peruano.
Luego de las Olimpiadas, los Juegos Panamericanos es la actividad deportiva de mayor envergadura y por lo tanto hacerlo obliga a ser impecable porque estará en la mirada del mundo.
Desde que Lima obtuvo la sede de Los Juegos Panamericanos tomando la posta de Toronto 2015 fueron vanos los intentos de desbaratar su organización con críticas al enorme gasto en infraestructura.
Los que defienden su organización sostienen que no es tirar la plata ante los múltiples beneficios, principalmente en el aspecto deportivo donde los atletas tendrán la mejor ocasión de mostrarse.
Desde luego los escenarios deportivos servirán para el crecimiento deportivo tenga un desplazamiento que acabe con la escasa figuración sea en Bolivarianos o Juegos Sudamericanos.
Será la ocasión para que disciplinas como el básquetbol recupere la memoria del buen nivel que tuvo en el pasado. En la rama femenina Perú fue campeón sudamericano venciendo a Brasil, el enorme adversario derrotado con las canastas de Bertha Román, Lidia Quintana, Betzabeth Dávila, Rosa Salhuana, Karin Junek, Rosa Quelopana, Shelah Allison y otras que marcaron época.
Cómo no rescatar las hazañas de Julia Sánchez, campeona panamericana de atletismo al igual que Edith Noeding y el notable velocista Fernando Acevedo, la saeta chinchana.
Acaso sea la mejor excusa para que en Lima 2019 el deporte peruano logre revitalizarse en disciplinas carentes de figuras como el boxeo que se encuentra en la lona.
Hay otros deportes como el vóley, karate y tiro que han sacado la cara por el Perú. El karate especialmente que será disciplina olímpica en Tokio 2020 donde nuestra karateca Alexandra Grande alcance el trampolín que necesita de ganar el oro panamericano y luego el oro olímpico.