Los jugadores de la selección masculina peruana de rugby renunciaron al completo en pleno proceso de clasificación a los próximos Juegos Panamericanos de Lima 2019, en protesta por la decisión de la Federación Peruana de Rugby (FPR) de retirar a uno de sus compañeros.
«Frente a este acto que considero injusto y abusivo comunico mi decisión, y la de todos los seleccionados que suscriben el presente comunicado, de renunciar a la selección nacional de rugby«, anunció el capitán de Perú, Jonathan Bauza, en un comunicado que también fue suscrito por otros 27 integrantes de la selección peruana.
Según Bauza, el jugador Esteban Salmón fue separado esta semana de la selección por haber manifestado «su disconformidad respecto a la gestión de la Federación de Rugby» en la participación como locales en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
Salmón declaró este martes que consideraba «increíble» y una «negligencia y una falta de respeto hacia el deportista» que la FPR no haya «peleado para que se respete el cupo de localía como país anfitrión de los Panamericanos».
El jugador detalló que la selección femenina de rugby sí tiene clasificación directa y aunque la masculina tenía opción si ganaba un cupo en los Juegos Bolivarianos de Cochabamba 2018 la FPR no llevó a la selección a esa competencia.
La última oportunidad de clasificación para Perú era el Sudamericano que se disputará en Chile a fines de este mes.
En ese sentido, el capitán de Perú consideró que la decisión de retirar a Salmón por sus críticas «es totalmente arbitraria» y no cumplió con el «procedimiento debido» que ordenan los reglamentos deportivos nacionales y se trató, más bien, de una medida «unilateral» de los dirigentes de la FPR.
Agregó que, para intentar solucionar este conflicto, participó junto a Salmón y los dirigentes en una mesa de diálogo que se realizó el pasado 29 de mayo sin llegar a «ningún acuerdo».
Bauza expresó disculpas públicas «por no poder completar este ansiado proceso de clasificación a Lima 2019» y remarcó que la decisión de renunciar «no ha sido sencilla para ninguno de los seleccionados», pero se tomó «frente a un atropello que ha cometido la Federación».
«Antes que jugadores somos una familia, que es una de las cosas más valiosas que te puede dar este deporte», concluyó.
La decisión se conoció mientras en Lima se disputa el preolímpico femenino de rugby 7, en el que 7 de países de Sudamérica y Centroamérica buscan un cupo directo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en un campeonato donde el rugby peruano estrena nueva imagen y también la cancha para los Juegos Panamericanos.
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