Kim abre la puerta al diálogo con Biden sin descartar la confrontación

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SEÚL.- El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, llamó a su país a prepararse «tanto para el diálogo como para la confrontación» con EEUU, en su primera alusión directa a unas posibles negociaciones con Washington desde la llegada de Joe Biden al poder.

El líder norcoreano envió este mensaje durante la tercera jornada de la sesión plenaria del partido único norcoreano, que estuvo centrada en definir la política exterior del régimen y en abordar los asuntos de máxima urgencia a nivel interno, en concreto la escasez de alimentos.

Kim destacó «la necesidad de prepararse tanto para el diálogo como para la confrontación», y pidió «prepararse plenamente» para la segunda opción con vistas a «proteger la dignidad y los intereses» del país y a «garantizar un entorno pacífico y seguro», según su intervención realizada el jueves y recogida hoy por la agencia estatal KCNA.

PRIMERA MENCIÓN AL DIÁLOGO

El líder supremo del Norte recurre a esta estrategia en respuesta «a las emergentes tendencias políticas de la nueva Administración de Estados Unidos» y después de que el mandatario estadounidense presentara las líneas maestras de su estrategia frente al hermético régimen.

Las palabras de Kim suponen su primera mención a unas posibles conversaciones con Washington desde la llegada al poder de Biden, cuyo Gobierno apuesta por una vía intermedia a la de administraciones anteriores de EE.UU. y persigue un diálogo por fases para reavivar unas conversaciones estancadas desde 2019.

A finales del pasado mes, Biden anunció que optará por «implicarse diplomáticamente» con Seúl con vistas a que Pionyang «tome medidas pragmáticas que reduzcan las tensiones» y dirigidas al objetivo final de desnuclearización de la península de Corea, tras reunirse en Washington con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.

Pionyang, más aislado que de costumbre debido a sus estrictas medidas para evitar que la covid-19 se propague en el país, no había respondido, al menos públicamente, a las peticiones que Washington lleva planteando desde febrero para retomar las conversaciones sobre desnuclearización.

Los expertos ven en las palabras de Kim una continuidad de la habitual retórica belicista del régimen combinada con la disposición a reabrir la vía diplomática, algo que no había mostrado Pionyang desde la llegada del nuevo presidente a la Casa Blanca.

A través de mensajes de otros de sus altos cargos difundidos por la propaganda estatal, Pionyang había elevado el tono contra Washington y lanzado advertencias directas contra Biden, además de realizar un ensayo de misiles a finales de marzo.

ESCASEZ ALIMENTARIA

Junto a su política exterior, la sesión plenaria del partido ha estado centrada en hacer frente a la escasez de productos básicos como alimentos o medicinas que sufre el país desde hace meses debido al impacto de las sanciones internacionales, de malas cosechas y de su mayor aislamiento a raíz de la pandemia.

Kim admitió la gravedad de la situación alimentaria de la población al señalar que ésta «se está volviendo tensa», durante su intervención en una jornada previa del pleno del partido.

En la víspera, el líder firmó una «orden especial» dirigida a mejorar las condiciones de vida en el país, lo que constituye el «punto principal» de la reunión, según informó la agencia estatal norcoreana.

La KCNA también menciona una resolución para «alcanzar de forma incondicional los objetivos del plan de producción de cereales, concentrando todos los esfuerzos del Partido, del Ejército y de todo el pueblo en la agricultura durante este año».

Kim, además, se comprometió a «proveer a los niños de todo el país de productos nutritivos como los lácteos y costeados por el Estado», según el citado medio propagandístico.

La sesión plenaria del partido único, una de las escasas ocasiones en las que el régimen arroja luz sobre sus prioridades políticas, comenzó el pasado martes y continuará hasta una fecha sin especificar por los medios estatales, y en la que se espera que Kim ofrezca un discurso de clausura. EFE

 

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