Una vez me preguntaron, es necesario morir para convertirse en una “leyenda”. Yo pienso que no es indispensable, que existen «leyendas vivas», pero hay ejemplos de casos ligados a ídolos que marcaron una generación ya sea en el cine o en la música: referentes como Marilyn Monroe, James Dean, Bruce Lee, Elvis Presley, John Lennon y claro Kurt Cobain.
Es que no ingresan a esa etapa de desgaste natural, se van en la cúspide de la fama, no nos enteramos de sus achaques y siempre quedará abierta la pregunta: ¿Qué hubiera pasado si seguía adelante? Hay “leyendas vivientes” obvio que sí, pero uno siente un cierto feeling por aquellos que se fueron pronto.
Kurt Cobain dejó muchas interrogantes cuando decidió interrumpir su vida, su fama era tan grande, la idolatría de los “amantes del grunge” tan diseminada, una generación que se veía reflejada en ese delgaducho vocalista de cabello rubio y dueño de una voz ronca pero repleta de dolor y frustración.
La cartelera local nos permite acercarnos al ídolo desde uno de los trabajos más íntimos realizados sobre su persona, Kurt Cobain: Montage of Heck. El director de este documental, Brett Morgen, se interna en la mente de Cobain, mostrando entrevistas, fotos familiares y dibujos del propio líder de Nirvana.
Se busca entender el constante debate con la fama que sostenía Kurt Cobain, que se supone fue el detonante de su muerte. Claro, Kurt Cobain: Montage of Heck, como buen documental nos entrega pistas, pero la interpretación ya la hace cada uno de los espectadores. Es también una buena forma de comprender a una generación, de releer la historia, y de acercarnos a un músico que sin duda alguna fue poderoso y trascendente.
Junto con el tráiler de Kurt Cobain: Montage of Heck, recordamos algunas de las interpretaciones de los hits de Nirvana, imágenes de Cobain, y por supuesto una suerte de homenaje al ídolo musical. Manuel Salazar
https://www.youtube.com/watch?v=eGqBM_r932s