Para celebrar los dos años de su estreno en sala comerciales, la película “La Amante del Libertador” será exhibida gratuitamente en la Plaza Mayor este domingo 30 de octubre, a las 6:00 p.m. A la función, organizada por la Municipalidad de Lima, asistirán la directora, Rocío Lladó, y una buena parte del elenco.
La película trata de una mujer que, al intentar salvar de la destrucción una casona colonial, descubre que en ella vivieron personas que lucharon por la Emancipación del país. Lo extraño es que, entre ellos, cree reconocerse a sí misma.
Después de su paso por salas de cine, la cinta ha sido estrenada en España y en los Estados Unidos y obtuvo dos premios del Ministerio de Cultura. Además, fue presentada en diversos centros culturales y universidades y participó en quince festivales internacionales de cine, cosechando premios y buenas críticas. Al respecto, el blog del Festival de Islantilla (Huelva) señala lo siguiente: “Rocío Lladó nos lleva de la mano con gran inteligencia por la historia de dos hermanas… Y es que estas piruetas narrativas son las que resuelve Lladó con maestría. Para conseguirlo deja el peso de la película en dos actrices en estado de gracia. Wendy Vásquez y Ana María Estrada están espléndidas en sus roles. Impecables en su difícil tarea de interpretar a diferentes personajes. A destacar la exquisita dirección de arte de Cecilia Herrera, su cuidada labor engrandece el conjunto de la obra. Emocionó al espectador que vibró hasta el último minuto con esta épica de acento femenino”. La directora nos cuenta. “Es emocionante comprobar que la película se mantiene vigente. En este último mes también fue proyectada en el Ministerio de Cultura, en la Feria Internacional del Libro de Montevideo y en el cine club de la Universidad Bausate y Meza”.
La película muestra una parte importante de la historia de nuestro país: la lucha de la gente común por lograr nuestra Independencia. Tiene un gran elenco -encabezado por Wendy Vásquez, Ana María Estrada, Gonzalo Revoredo y Cristian Rivero- y un impecable acabado técnico. Fue grabada en imponentes locaciones coloniales, como las casas Aliaga y Osambela, las catacumbas de San Francisco, los conventos de los Descalzos y Santo Domingo, la Quinta Heeren y el Real Felipe.