VIENA.- Centenares de miles de personas vestidas con los colores del arco iris y acompañados de tamborileros y gaiteros han salido este sábado a las calles de Viena para reivindicar los derechos de la comunidad LGTBIQ+, en un desfile que ha puesto punto y final a la celebración del festival EuroPride.
Bajo el lema «Together&Proud» (JuntosyOrgullo), la capital austríaca ha acogido en este certamen europeo, desde el 1 de junio, numerosos eventos para luchar contra la discriminación sexual.
Las nubes predominaban en el cielo de una ciudad azotada por una bochornosa canícula, pero ni las elevadas temperaturas, en torno a los 33 grados a la sombra, del día más caluroso hasta ahora del año, ni la amenaza de un chaparrón que no llegó a caer, mermaron la afluencia.
El número de participantes en la vigésimo cuarta versión vienesa de la Marcha del Orgullo batió todos los récords de sus antecesoras.
Entre 300.000 y 500.000 personas, según la televisión pública austríaca y los organizadores, respectivamente, formaron un ancho y largo, alegre y ruidoso corso de unos dos kilómetros de largo que se puso en marcha hacia el mediodía, atascando el tráfico urbano mientras una multitud de turistas se agolpaba para verlo.
«Es una oportunidad de visibilidad muy importante y sobre todo de ver la alegría con la que la gente vive su vida», comentó a Efe una turista peruana que visita la ciudad con su pareja.
Ambas contaron que asistieron a varios talleres relacionados de este festival que ayuda a romper «con el estereotipo de que la comunidad LGTBI es completamente enfermiza».
Desde el punto de partida, la explanada del Ayuntamiento, la marcha recorrió la majestuosa avenida del Ring (Anillo) que circunvala el casco histórico de Viena pasando delante de muchos de sus más emblemáticos edificios, como el Parlamento, la Plaza de los Héroes, el Kunsthistorisches Museum y la Ópera Estatal.
Entre los 107 grupos y asociaciones que se apuntaron hoy con sus carrozas y viandantes desfilaron numerosas internacionales como la Asociación Europea de Organizadores del Pride (EPOA), entre las que se encontraban la de Tesalónica, sede del EuroPride en 2020.
«A pesar de que el Pride de Barcelona empezaba hoy, para nosotros era importante estar aquí para dar apoyo», dijo a Efe Dani Morales, coordinador general de Pride Barcelona.
Barcelona compite con otras ciudades, como la canaria de Maspalomas, Dublín o Belgrado, por albergar el EuroPride en 2022.
La ganadora de Eurovisión en 2014, Conchita Wurst, ha sido una de las grandes protagonistas de la fiesta.
Vestida con un ajustado traje de látex blanco y a bordo de una carroza propia promocionaba el lanzamiento de su nuevo álbum danzando al ritmo de la música.
Muchos aplausos se llevó la delegación de la organización «Afro Rainbow Austrian» que, fundada por inmigrantes LGTBIQ+ de África, lucha contra la discriminación que sufre este colectivo en los diez países con los que colabora.
«La violencia es el arma de los débiles» o «Luchar con nosotros por un mundo que sea amigable con la gente» eran algunos de los carteles que portaban los participantes para recordar que la marcha no es una mera fiesta, sino una manifestación por la igualdad de derechos de las personas con diferentes orientaciones sexuales.
Con motivo del EuroPride, Viena ha tenido otros detalles con el colectivo, como un paso de peatones con los colores del arco iris que conecta el edificio del Ayuntamiento con el prestigioso Burgtheater y que permanecerá así pintado de forma permanente.
Esta edición del certamen, la segunda que tiene lugar en Austria, ha servido también para homenajear el 50 aniversario de los disturbios de Stonewall, que se desencadenaron hace 50 años en Nueva York tras una redada en un pub de gays y que dieron origen al movimiento civil por la igualdad de derechos de las personas de diversa orientación sexual.
EFE