LA HABANA.- Cuba tendrá de nuevo un primer ministro a partir de este sábado, cuando el Parlamento designará al ocupante de un cargo desaparecido hace más de 40 años y recuperado ahora por la nueva Constitución.
1.- Orígenes y desaparición
La posición de primer ministro aparece en Cuba con la progresista Constitución de 1940, una de las más avanzadas de Latinoamérica en su época. Se creó como enlace entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, sin mucha relevancia en la vida política de la isla, donde se le veía como portavoz del presidente.
Cobra importancia a partir de 1959 al llegar al poder Fidel Castro. El fallecido líder asume el cargo y se convierte en el verdadero gobernante, eclipsando al entonces presidente Osvaldo Dorticós.
En 1976, la nueva Constitución elimina las figuras del presidente de la República y el primer ministro y establece un Gobierno colegiado, con el Consejo de Estado como su máximo órgano.
2.- La reforma constitucional de 2019
Fidel Castro (1926-2016) se mantuvo como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros hasta 2006, acumulando el liderazgo de todos los órganos de toma de decisión, desde el Gobierno al todopoderoso Partido Comunista y las Fuerzas Armadas.
Su hermano Raúl Castro (88 años) asumió el relevo hasta abril de 2018, cuando pasó el cargo a su pupilo Miguel Díaz-Canel (59).
El traspaso generacional impulsado por el menor de los Castro avanzó un paso más con la proclamación en abril pasado de una nueva Constitución, que recupera al presidente y al primer ministro y desconcentra el Ejecutivo, descargando al jefe del Estado de funciones como la coordinación del Consejo de Ministros, que ahora será responsabilidad del primer ministro como jefe de Gobierno.
Mientras, el modelo de partido único se mantiene inalterable.
3.- Brazo derecho del Presidente
Entre las responsabilidades del nuevo primer ministro cubano estará la representación del Gobierno de la República. Atenderá y controlará el desempeño de los organismos de la administración central del Estado, de las entidades nacionales y las administraciones locales.
Con carácter excepcional estaría facultado para asumir temporalmente la dirección de cualquier organismo estatal. Su principal función será la de auxiliar al presidente en las cuestiones internas del país.
4.- Designación en el Parlamento
La candidatura es propuesta por el mandatario cubano ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral), encargada de designar el ocupante del cargo, por su facultad como máximo poder legislativo de la nación.
Según la nueva Carta Magna, el primer ministro debe ser ciudadano cubano por nacimiento, mayor de 35 años y diputado.
A diferencia del presidente, restringido a un máximo de dos mandatos de cinco años y un límite de 60 años al ser elegido, el nuevo cargo no está condicionado por la edad o el tiempo en funciones.
5.- Quinielas
Como es usual, nada se ha desvelado por cauces oficiales sobre los posibles candidatos. En redes sociales y a pie de calle las opiniones varían. Entre los nombres que más resuenan están los del veterano canciller Bruno Rodríguez (61 años), y los experimentados dirigentes Roberto Morales (52), Inés María Chapman (54) y Lázaro Expósito (64).
Otra propuesta menos probable -que no cumple el requisito de ser diputado- es la del general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, director del todopoderoso conglomerado militar Gaesa y exyerno de Raúl Castro.
Expósito es la opción popular. Su exitosa gestión como líder del Partido Comunista, primero en la provincia de Granma y luego en la oriental Santiago de Cuba, le ha ganado un alto nivel de aprobación.
Morales y Chapman fueron elevados por Díaz-Canel del rango de ministros a vicepresidentes del Consejo de Estado, pero quedaron fuera con la reestructuración del órgano.
Ambos continúan como vicepresidentes del Consejo de Ministros, representan a Cuba en el extranjero y mantienen una frecuente presencia en los medios, una manera de darse a conocer en un país donde están prohibidas las campañas políticas.
EFE/Foto: escambray.cu