La Federación Internacional de Periodistas ha lanzado una campaña para exponer los altísimos niveles de impunidad de los crímenes contra periodistas así como la falta de acción internacional para combatir la creciente ola de amenazas y ataques a los que se enfrentan los/as profesionales de los medios en todo el mundo.
La campaña durará hasta el 23 de noviembre, aniversario de la masacre de Ampatuan en Filipinas, en la que al menos 32 trabajadores de medios de comunicación fueron asesinados. Para unirse y participar, sigue el siguiente enlace: Campaña contra la impunidad 2019. Para firmar la petición por un protocolo de la ONU para la protección de periodistas y trabajadores/as de los medios de comunicación ingresa aquí.
La FIP ha registrado 1064 asesinatos de profesionales de medios de comunicación en los últimos 10 años. Sin embargo, sólo uno de cada diez asesinatos es castigado. Según la UNESCO, el 93% de las víctimas fueron periodistas locales.
«La impunidad ocurre cuando quienes colocan una bomba debajo del coche de un periodista y acaban con su vida permanecen sentados en las instituciones de un estado o en la junta directiva de una gran empresa», dice la FIP.
La campaña de la FIP se centrará en cinco países -Palestina, Perú, Filipinas, Somalia, Ucrania- donde el nivel de impunidad por acosar, encarcelar, atacar y asesinar a periodistas ha sido alto, teniendo en cuenta los niveles de violencia contra los periodistas en los respectivos países y el fracaso sistemático de las autoridades en la lucha contra la impunidad.
En Palestina la situación de los/as periodistas es muy complicada, ya que suelen ser el blanco de las autoridades israelíes. En la Franja de Gaza, los/as periodistas, así como los ciudadanos, están pagando el precio de la violencia en una zona donde el contexto político es extremadamente delicado. En la última década, 31 periodistas han sido asesinados, incluyendo 3 extranjeros en los Territorios Palestinos Ocupados, según el Sindicato de Periodistas Palestianos (PJS). De éstos, 28 fueron asesinados por las fuerzas israelíes, 2 por pistoleros en Gaza y 1 por la Brigada de los Mártires de Al-Aqsa. Ninguno de los asesinos de estos 31 asesinatos ha sido castigado.
En Perú, la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) ha registrado un total de 64 periodistas asesinados desde 1980, 61 de ellos sin resolver. La tasa de impunidad por crímenes contra periodistas en el país es del 98%. A pesar de que alguna vez se ha juzgado a los asesinos materiales, la mayoría de ellos sicarios, los autores intelectuales de los crímenes prácticamente nunca han sido identificados ni castigados.
En Filipinas, el Sindicato Nacional de Periodistas (NUJP) ha registrado 186 asesinatos desde 1986, de los cuales sólo 17 han sido resueltos. La masacre de Maguidanao, donde asesinaron a 32 periodistas, es la mayor matanza de trabajadores de los medios de comunicación de la historia y sin embargo, sigue impune. La actitud de la administración Duterte hacia la prensa y su constante acoso y abuso de los profesionales de los medios de comunicación fomenta la cultura de que atacar a periodistas sale gratis.
En Somalia, 55 periodistas han sido asesinados desde 2010, entre ellos 8 extranjeros, mientras que tan sólo 4 han sido castigados. Desde su creación, el grupo terrorista islamista Al-Shabab es responsable de muchos de estos ataques, asesinatos y secuestros, también de periodistas y trabajadores de los medios de comunicación. El clima de miedo que rodea a los profesionales de los medios tiene un efecto devastador en la libertad de expresión y en la libertad de prensa, que lucha por revelar los abusos contra los derechos humanos en toda Somalia.
Por último, Ucrania también es un país peligroso para para los periodistas, especialmente en la capital, Kiev. Dieciséis periodistas han sido asesinados desde 1995, entre ellos siete extranjeros. La propiedad de los medios de comunicación está en manos de oligarcas, lo que complica y dificulta el trabajo de los periodistas. La Unión Nacional de Periodistas de Ucrania (NUJU) destaca el hecho de que nunca se han abordado los casos de acoso a periodistas durante las protestas de 2013-2014 Euromaidan. Durante las últimas elecciones presidenciales, numerosos periodistas fueron atacados, amenazados y sometidos a una vigilancia y control exhaustivo. Además, nunca se ha castigado a nadie por el asesinato de Georgiy Gongadze, cuyo cuerpo fue encontrado en noviembre de 2000, decapitado y cubierto de ácido.
El presidente de la FISJ, Youness Mjahed, dijo: «Hablar de impunidad para los crímenes contra los periodistas es hablar de injusticia, silencio y complicidad institucional con los asesinos. Hoy hacemos un llamamiento a todos nuestros afiliados de todo el mundo para que se unan a nuestra campaña mundial y expresen su firme rechazo al nivel de impunidad que deja a las familias de muchas víctimas impotentes y a muchos colegas con miedo de decir la verdad. La lucha contra la impunidad de los crímenes contra los periodistas es una obligación para todos nosotros, más allá del sector mediático. No hay prensa libre si quienes ordenan o cometen asesinatos permanecen impunes, obligando a los medios de comunicación a ocultar la verdad y aterrorizando a quienes se arriesgan a revelarla”.
FIP: Informe periodistas y trabajadores/as de medios asesinados en 2018