BUENOS AIRES.– Argentina registró en el mes de septiembre una inflación superior a la que la mayoría de países de Latinoamérica -con excepción de Venezuela– tienen: 6.5% mensual mientras se eleva 40.5% la interanual.
Esta inflación es el peor dato mensual desde abril del 2016, cuando Mauricio Macri aprobó el primer tarifazo en gas, agua y combustibles, comenta el diario español El País.
Esos aumentos regulados justificaron gran parte del incremento del 6.5% del IPC registrado en ese entonces pero ahora el origen se debe a la depreciación del peso, que perdió un 10% de su valor frente a la divisa estadounidense en septiembre, hasta llegar al récord de 42,1 unidades por dólar en el último día del mes, y acumula una caída de más del 50% en lo que va de año.
La depreciación del peso tiene un gran impacto en la formación de precios argentinos. No sólo en los bienes que están dolarizados, como la gasolina y los productos importados, sino también en todos los demás.
De esta manera los empresarios suben los precios anticipándose a la escalada inflacionaria que llega cada vez que el peso se devalúa e impiden que llegue a romperse ese círculo vicioso. Los exportadores, por su parte, intentan igualar en el mercado local las ganancias extraordinarias que obtienen con sus ventas en dólares en el exterior.
Argentina escala en el ranking mundial de inflación: en qué puesto se ubica https://t.co/Vmv9m1NzIU pic.twitter.com/kHap8CPAK2
— El Cronista (@Cronistacom) October 10, 2018
El dato de inflación difundido este miércoles por el Instituto Nacional de Censos y Estadística (Indec) evidencia la derrota del Gobierno de Macri en la lucha contra la inflación que libra desde que llegó al poder, en diciembre del 2015.
Después de cerrarel 2017 con una subida del IPC del 24.7%, todas las previsiones estiman que este año volverá a rondar el 40%, al igual que el 2016, una cifra superior a la de los peores años del kirchnerismo.
Por sectores, los que acumulan mayores subidas en lo que va de año es el transporte, con un 47.4%, comunicación (39%), equipamiento y mantenimiento del hogar (36.4%) y alimentos (35.8%). Por el contrario, han aumentado por debajo de la media de la inflación las bebidas alcohólicas y el tabaco (18.2%), las prendas de vestir y calzado (22.4%) y la educación (26.7%).
El aumento de precios ha provocado grandes tensiones entre el Ejecutivo macrista y los sindicatos, que exigen la reapertura de las negociaciones salariales colectivas para evitar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. (ECHA – Agencias)