Un homicidio a sangre fría de una joven actriz de 22 años de edad, estrangulada por su pareja sentimental y la muerte, apenas a los 12 años, de la pequeña protagonista han causado que para muchos la saga de terror iniciada por Poltergeist (1982) y cuyo remake se estrena mañana en Lima sea considerada “maldita”.
Dominic Dunne interpretaba a la hermana mayor de la familia Freeling, en el año del estreno del filme Poltergeist, cuando fue asesinada por su enamorado John Thomas Sweeney. Que en un ataque de celos la estranguló y, a pesar de las pruebas en su contra, fue absuelto por homicidio involuntario. Hasta el momento es considerado uno de los crímenes más polémicos de Hollywood.
Mientras, Heather O’Rourke, la niña “Carol Anne” que veía espectros a través de la pantalla de su televisor, falleció a los 12 años de edad por una estenosis aguda. En algún momento el diagnóstico de la muerte fue erróneamente por la enfermedad de Crohn, y algunos llegaban a señalar que todo se debió a un efecto especial de Poltergeist 3 (1988).
Otros que murieron en los años comprendidos entre el estreno y el final de la primera saga de Poltergeist (1982- 1988), fueron Will Sampson y Julian Beck (el primero hacía de sacerdote y el segundo de curandero indio en Poltergeist 2, estrenada en 1986). Aunque las muertes de ambos son perfectamente lógicas dentro de elencos no tan cortos de nombres y por sus avanzadas edades.
Para aderezar toda esta “leyenda negra”, la actriz JoBeth Williams que interpretaba a la madre de los Freeling aseguró que los esqueletos usados en Poltergeist eran verdaderos restos humanos, por eso la maldición. Lo cierto es que la “mala suerte” nunca empañó las cifras logradas en la taquilla por Poltergeist y ahora con el remake podría repetirse un nuevo éxito. Igual… ¡Qué miedo! Manuel Salazar