VIENA.- La OPEP acordó hoy defender un recorte adicional de producción de un millón y medio de barriles diarios (mbd) por el impacto del coronavirus, pero para llevarlo a cabo deberá convencer el viernes a Rusia, que hasta ahora se ha resistido.
«Apoyamos un recorte de 1,5 millones», declaró el ministro iraní de Petroleo, Biyan Namdar Zanganeh, a los periodistas al salir de la reunión ministerial que comenzó esta mañana en Viena.
Los ministros de los trece miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) propondrán ese recorte en el encuentro de mañana con sus homólogos de los diez productores independientes aliados, entre ellos Rusia.
En diciembre pasado, ese grupo de 23 naciones conocido por OPEP+ estableció un recorte de 1,7 mbd para el primer trimestre del año, posteriormente ampliado a la primera mitad del año.
A ello se sumaron otros 400.000 bd que retiró voluntariamente Arabia Saudí, con el fin de apuntalar los «petroprecios«.
Pero la recuperación del valor del barril se revirtió ya en enero por el coronavirus, que está desacelerando la economía mundial y la demanda petrolera.
Convencer a Rusia para que se una al acuerdo se antoja difícil, ya que su ministro de Energía, Alexander Novak, defendió el miércoles en unas consultas en Viena que no apoyaría recortes adicionales, antes de regresar a Moscú.
Novak volverá a reunirse nuevamente el viernes con la OPEP, que pretende que Moscú asuma parte del recorte.
Los ministros de la OPEP acordaron su posición de forma inusualmente rápida en respuesta a la caída de la demanda, especialmente de China, el primer importador mundial de crudo.
La decisión va en la línea de la recomendación de un comité técnico de la OPEP, que propuso reducir la producción entre 1,2 y 1,5 mbd, según diversas fuentes que pidieron el anonimato.
Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de «oro negro» y líder de facto de la OPEP, lleva semanas presionando a favor de que, al recorte del bombeo total de 2,1 mbd, la OPEP+ retire al menos otro millón de bd para hacer frente a la fuerte caída del consumo.
Pero los planes saudíes se encontraron con el rechazo de Rusia y Kazajistán, los mayores productores entre los aliados independientes, favorables a mantener sin cambios los recortes actuales y extender su validez hasta fines de 2020.
A diferencia de Riad, cuyo presupuesto necesitaría un valor en torno a los 70 dólares para el barril de crudo, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado recientemente que su país puede vivir con el actual nivel de los precios, en torno a los 52 dólares.
Las reuniones vienesas de los productores no solo están totalmente marcadas por el efecto negativo de la propagación del coronavirus en la demanda de crudo, sino también por el temor al contagio de la enfermedad.
Siguiendo instrucciones de las autoridades sanitarias de Viena, la conferencia de la OPEP tiene lugar con el mínimo número de delegados, quienes deben someterse a un control de la temperatura antes de poder acceder a la reunión, mientras que a la prensa se ha vetado la entrada a la sede de la organización.EFE