En la actualidad no se puede exigir a Doe Run Perú que cumpla con un Estándar de Calidad del Aire (ECA) menor a 80 ug/m3, ya que la tecnología utilizada para modernizar el Complejo Metalúrgico no lo permite.
En el proceso de liquidación de Doe Run Perú, una de las principales preocupaciones de quienes desean adquirir la empresa es el cumplimiento de la normas ambientales y el costo que ello significa, en especial cumplir con el estándar de calidad del aire para dióxido de azufre (SO2), que es el mayor contaminante que emana por la chimenea de la fundición de La Oroya.
La empresa Doe Run Perú se comprometió a través de su Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) a cumplir el estándar de calidad del aire para SO2 en el año 2007. El valor de dicho estándar para esa fecha era de 80 ug/m3 (microgramos por metro cúbico). Cabe mencionar que dicho valor se estableció en el año 2001, mediante el Decreto Supremo N° 074-2001-PCM Reglamento de Estándares Nacionales de Calidad del Aire.
Pero la empresa no cumplió con esta obligación, pidiendo una ampliación de plazo para culminar con los proyectos de su PAMA en el año 2009 y entre el 2007 y el 2009 los valores de SO2 superaron el máximo establecido. La empresa paralizó sus operaciones a mediados del 2009, hasta que las reinició en agosto del 2012 con un nuevo operador.
Arturo Alfaro, presidente de la ONG Vida, manifestó que la empresa tuvo nueve años para implementar las medidas que le permitan cumplir con el estándar de calidad del aire para SO2 según la norma aprobada en el año 2001, pero no lo hizo, a diferencia de la empresa Southern Perú que sí cumplió con su PAMA en la fundición de Ilo. “Ahora que se quiere vender la empresa se tienen dudas respecto a la posibilidad de que el Complejo Metalúrgico pueda cumplir con dicho estándar, considerando que debieron haberlo logrado hace ocho años atrás”, precisó.
“Para la población y las autoridades de salud, las emisiones de SO2 también son una gran preocupación por sus impactos negativos en la calidad de vida de las personas, así como en los cultivos e infraestructura. Durante la paralización del Complejo Metalúrgico entre los años 2009 y 2012 se pudo apreciar una reducción en las enfermedades respiratorias y en muchos lugares la vegetación apareció como indicador de que había mejorado el suelo en función a la mejora de la calidad del aire.
El ambientalista refiere que en la actualidad no se puede exigir a Doe Run Perú que cumpla con un Estándar de Calidad del Aire-(ECA) menor a 80 ug/m3 en La Oroya, ya que la tecnología utilizada para modernizar el Complejo Metalúrgico no lo permite. “Incluso operando solo con los circuitos de Zinc y Plomo no pudo cumplir con el ECA para SO2 en el año 2013 en la zona de La Oroya Antigua, ya que el promedio anual estuvo en 90 ug/m3” precisó. Manifestó también que está de acuerdo en que a la empresa se le exija el cumplimiento del ECA del año 2001 hasta que la tecnología permita una mayor reducción.
El Complejo Metalúrgico debe funcionar para beneficio de todo el Perú, porque permite procesar los minerales que actualmente son exportados como concentrados, a menor costo, ocasionando una enorme pérdida al Estado, a las empresas mineras y a la población en general. El nuevo operador del Complejo Metalúrgico deberá realizar las inversiones necesarias para cumplir con el ECA para SO2 aprobado en el año 2001 y así contribuir con el desarrollo sostenible de la población de La Oroya y del Perú.