WASHINGTON.- La canciller alemana. Angela Merkel, planteó su posición sobre el Acuerdo Nuclear con Irán y los aranceles al acero y aluminio, ante la indiferencia del mandatario de EEUU, Donald Trump, durante su visita relámpago.
Los analistas comentaron que esta última reunión en Washington muestra el enfriamiento de las relaciones entre los dos gobiernos, sin llegar a un acercamiento y mucho menos consensos en temas cruciales.
Con Emmanuel Macron hubo besos, cena de Estado y salvas militares mientras que con Angela Merkel, fue visita rápida, comida de trabajo y adiós comentaron.
Lejos de la cercanía establecida en la era Obama, el presidente de EEUU y la líder alemana jugaron el papel de dos antagonistas condenados a verse. Merkel presionó para que se mantenga el pacto nuclear con Irán y la exención de aranceles a Europa. Y Donald Trump permaneció indiferente.
Merkel se presentó en Washington con pocas cartas en la mano. Pero tras los días de vino y rosas de Macron, trajo algo de realidad.
Lo primera fue un plan para comprar armas por valor de 550 millones de dólares que sirve a los deseos de Washington de que Alemania aumente su gasto militar hasta el 2% del PIB en 2024 (ahora está en el 1,2%).
La segunda, ya como líder europea, fue la petición de que la Casa Blanca haga permanente la exención arancelaria sobre el acero y el aluminio que vence el 1 de mayo. Y la tercera, la presión para que no abandone el pacto nuclear con Irán el próximo 12 de mayo.
En este último punto, la canciller aceptó, como ya hiciera Macron, que el acuerdo es insuficiente. “Es cierto que no basta para contener las ambiciones iraníes. Es cualquier cosa menos perfecto, pero es solo un ladrillo del edificio, debemos atender a toda la región”, dijo Merkel. (ECHA- Agencias)