PARÍS.- La sentencia del juicio del «procés» va a ser «un momento crítico» para la imagen de España, vaticina el historiador e hispanista francés Benoît Pellistrandi, que aconseja a Madrid que se anticipe y active su red diplomática para desmontar la idea del «juicio político» y el mito de la «democracia incompleta».
«Va a ser un momento crítico para la imagen de España, para la imagen del Estado español, para la imagen de la Justicia española. Por eso, o el Gobierno español prepara muy bien las cosas, anticipa, hace todo un trabajo diplomático en toda Europa o será otra vez un momento muy crítico», advierte el autor del ensayo «Le labyrinthe catalan» («El laberinto catalán»), quizá un homenaje a «El laberinto español» (1943), del fallecido hispanista británico Gerald Brenan.
Como la cuestión catalana es «tan compleja» y los partidos independentistas tienen su aparato de propaganda «bastante bien» engrasado, «si no se hace un trabajo de pedagogía por parte de España» se corre el riesgo de volver con la sentencia -que se espera para el próximo otoño- «a la situación que tuvimos la noche del 1 de octubre de 2017», según el hispanista francés.
La opinión pública europea puede pensar que es una condena política y que a los acusados del «procés» por rebelión se les condena por sacar las urnas y no por tratar de «cambiar el orden constitucional español unilateralmente», dijo Pellistrandi en una entrevista con periodistas españoles en París al día siguiente de quedar visto para sentencia el juicio en el Tribunal Supremo.
«Existe este riesgo y existe esta, entre comillas, leyenda negra española» de instituciones con «rasgos franquistas» y «el tópico de la democracia incompleta, inacabada, imperfecta» en España, por lo que teme que vuelva a extenderse la idea «muy fuerte» en algunos medios franceses de que «será una condena política, franquista».
En su ensayo, sobre la génesis y las consecuencias de la crisis catalana cuya traducción al español se espera próximamente, Pellistrandi es muy severo sobre cómo se ha gestionado el «procés»: no ahorra críticas contra el «delirio romántico revolucionario» y el «supremacismo» de los independentistas ni contra la gestión del ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy.
«Si un presidente del Gobierno de un país no entiende el problema, lo normal es que se vaya (…) El choque de trenes era inevitable y nadie ha querido pararlo», señala Pellistrandi (1966), director de estudios de la Casa de Velázquez en Madrid de 1997 a 2005, y comentarista habitual sobre la situación política española en los medios franceses desde el 15-M en la Puerta del Sol.
Este profesor e investigador cree que «un diálogo político» que desemboque en una reforma constitucional es «imprescindible», y la única salida posible a la crisis catalana.
Pero esa solución «solo podrá hacerse a partir del reconocimiento mínimo de algunas verdades» por parte de los independentistas.
Esas verdades para Pellistrandi son cuatro: «Que la independencia ha fracasado, que no habrá independencia a corto plazo, que no es verdad que haya una mayoría social aplastante catalana que quiera la independencia, y que no es verdad que Europa está esperando la independencia de Cataluña».
Y sobre todo, añade, se debe hacer «una revolución copernicana del planteamiento de la independencia».
Es decir, que «si se habla de independencia habrá que hablar de las consecuencias, que ha sido -señala- el punto ciego de todo el debate, y no estar solamente en la movilización de las emociones, que habrá muchas».
La sentencia, insiste Pellistrandi, «será un momento clave para movilizar las emociones y entonces, cuanta más pasión se ponga en el asunto, menos solución política habrá».
A Pellistrandi le ha llamado mucho la atención que en el juicio del «procés» y especialmente «en las últimas declaraciones de los imputados se ha visto que saben perfectamente que el movimiento ha fracasado; lo asumen por razones penales y judiciales, pero políticamente no lo quieren asumir. Aquí hay una contradicción enorme y si no salen de esta contradicción, no habrá solución».
Y en medio de todo esto está, además, la cuestión del tiempo y la lógica que cada parte aplica según sus cálculos.
«Tienen lógicas absolutamente antagónicas: los nacionalistas saben perfectamente que el tiempo a medio y largo plazo puede ser una baza importante para ellos, para conseguir una mayoría social (a favor de la independencia), mientras que el conjunto institucional debe hacer del tiempo su baza» y buscar antes una solución.
El verdadero problema para Pellistrandi es la convivencia política en Cataluña. «Creo que el verdadero trabajo que debería obsesionar a los responsables políticos, culturales y sociales catalanes y españoles es cómo reconstruirla», afirma el hispanista.
En ese sentido, Pellistrandi no entiende por qué el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, fuerza al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, a depender de los nacionalistas para su investidura si hay «otra mayoría alternativa (PSOE-Cs) que permite reconstruir un Estado español más fuerte que puede decir a los nacionalistas ‘hasta aquí hemos llegado'».
¿Se está comportando Rivera como hombre de Estado? «No, actualmente no», responde el especialista en Historia contemporánea francesa al señalar que «el problema de España es enorme» y «está en juego la famosa convivencia democrática».
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