PARÍS.- La directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, se sienta a partir de hoy en el banquillo de la Corte de Justicia de la República (CJR), acusada de «negligencia» por su intervención en un contencioso con el empresario Bernard Tapie cuando era ministra de Nicolas Sarkozy.
Si fuera declarada culpable en este juicio, que se inicia esta tarde a las 14.00 locales (13.00 GMT) y debe prolongarse hasta el próximo día 20, podría ser condenada a una pena de hasta un año de cárcel y 15.000 euros de multa.
Su eventual responsabilidad la determinarán 15 magistrados (tres jueces profesionales y 12 parlamentarios) de la CJR, la única instancia habilitada para juzgar a miembros del gobierno por hechos vinculados al ejercicio de sus funciones.
En este caso, se trata de un arbitraje privado por el que se decantó Lagarde cuando era ministra de Finanzas (2007-2011) para poner fin al contencioso que el Estado tenía con Bernard Tapie, que reclamaba una compensación por la venta en 1994 de Adidas por el entonces banco público Crédit Lyonnais, poco después de que él hubiera perdido la propiedad de la marca deportiva.
En virtud de ese arbitraje, el Estado tuvo que indemnizar al empresario, del que es bien conocida su proximidad a Sarkozy, con 404 millones de euros, con el argumento de que Crédit Lyonnais había conseguido una plusvalía exagerada gracias a Adidas.
Los jueces instructores consideraron, en su decisión de enviarla a juicio, que la actual directora del FMI había mostrado en este asunto «una ligereza poco admisible» al recurrir a un arbitraje que se demostraría muy gravoso para las cuentas públicas y contra la opinión de la Agencia de Participaciones Estatales (APE).
Para esos magistrados, no sólo hubo «incuria» y «precipitación», sino «una conjunción de faltas que por su naturaleza, su número y gravedad superan el nivel de una simple negligencia», y frente a eso Lagarde sólo ha aportado «explicaciones poco convincentes, e incluso desoladoras».
El Tribunal Supremo anuló el arbitraje y está pendiente un juicio (para el que todavía no hay fecha) en el que estarán todas las partes al margen de la exministra, un elemento que va a pesar en las audiencias ante la CJR.
De hecho, el abogado de Lagarde, Patrick Maisonneuve, ya ha avanzado que pedirá desde hoy a los jueces que tengan en cuenta ese otro proceso por venir, que según su análisis desvirtúa una búsqueda de responsabilidades a su clienta.
Sobre todo, porque considera que si no se ha establecido judicialmente que hubo una malversación de fondos en beneficio de Tapie, no tiene sentido una eventual negligencia de quien era ministra de Finanzas cuando se optó por un arbitraje que estaría en el origen de ese comportamiento delictivo.
En cualquier caso, el abogado de Lagarde ha insistido en que la directora del FMI se enfrenta a este juicio con confianza y determinación.
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