CALIFORNIA.- El poder femenino marca el fin del primer gran éxito de Netflix, «House of Cards», cuya última temporada se estrenó este viernes en la plataforma con la sexta entrega de la serie que, a diferencia de sus temporadas anteriores, solo cuenta con ocho capítulos.
La abrupta salida de Kevin Spacey de «House of Cards», hizo cambiar los planes a los creativos de la serie. Ante las acusaciones por presunto abuso sexual en su contra, Netflix no tuvo más remedio que tomar una tajante decisión y sacar de una vez a quien se había convertido en un rostro insigne de la plataforma.
La participación de Spacey como el espeluznante Francis Underwood en «House of Cards», era crucial, y todo parecía indicar que sin él la producción simplemente debía finalizar, pero no fue así. En un ánimo de dar un cierre digno al primer gran éxito de la empresa de entretenimiento, el creador de la ficción, Beau Willimon, apoyó la creación de una sexta temporada que no solo cerrara la trama, sino que también explicara cuál fue el destino del Presidente de Estados Unidos ante la ausencia de su intérprete oficial.
Lejos de apostar por un cambio de actor, que probablemente los seguidores de la serie no hubiesen aceptado, el relato giró hacia su segundo gran personaje: Claire Underwood, interpretada por una magistral Robin Wright.
Aunque a muchos pueda no gustarles el desenlace del personaje, se podría calificar como políticamente correcto. Lo positivo es que, aún en su ausencia, quienes han seguido la serie podrán notar en cada capítulo un guiño a su personaje.
El trato a la muerte de quien llegó a ser el Presidente de Estados Unidos, es un asunto que no se termina de resolver en la parte inicial de la temporada, ya que rápidamente se da el giro a la trama.
Ahora son las mujeres quienes toman el poder. Los personajes femeninos desplazan a los ambiciosos hombres de negocio y políticos de dudosa moral. Estos últimos, pasan a ser una especie de acompañamiento en el relato. Las mujeres llevan la intriga, e incluso logran introducir aún más temor y ansiedad en los eventos que acontecen.
La solvencia de actrices como Diane Lane, por ejemplo, facilitan la entrega de estos elementos cruciales en esta etapa final. En la misma línea, los siempre intensos personajes de Claire Underwood y Doug Stamper, magistralmente interpretados por Robin Wright y Michael Kelly respectivamente, están a la altura de lo que se espera para estos acontecimientos.(ECHA-Agencias)