El eco de las palabras que Darth Vader formuló a Luke Skywalker en «El imperio contraataca» reverberó durante varios segundos en las salas de cine de todo el planeta antes de que los espectadores fuesen capaces de asimilarlas. El famoso «Yo soy tu padre», que se consagró como una de las frases más célebres de la historia del séptimo arte, no solo cogió desprevenidos a los seguidores de la saga intergaláctica, también a los propios actores.
«OBI WAN MATÓ A TU PADRE»
Poco antes del rodaje de la escena en la que el villano confiesa la verdad al joven jedi, el creador del universo «Star Wars», George Lucas, se acercó a Mark Hamill, el hombre que dio vida a Luke Skywalker, para advertirle de un cambio en el guión.
La frase que escucharía decir al actor que habitaba bajo la escafandra de Darth Vader, David Prowse, sería «Obi-Wan mató a tu padre», tal y como estaba estipulado desde un principio. Sin embargo, las palabras que finalmente se incluirían en la grabación serían las de «Yo soy tu padre».
De hecho, Prowse no supo la verdad hasta el momento en el que vio la película. El intérprete británico recriminó al director que no le revelara el giro de la trama, pues, de ser así, le habría dado un toque distinto a su actuación. «Necesitaba que no lo supieras», le contestó Lucas.
NADIE QUERÍA A HAN SOLO
El azar propició que Harrison Ford, un joven de Chicago que se ganaba la vida como carpintero, terminara interpretando el papel de Han Solo. El actor, que ya había trabajado con Lucas en «American Graffiti», no gustó en un principio a los seleccionadores del elenco, que lo utilizaron para dar paso a los demás aspirantes. Ford tomó la decisión como una ofensa y comenzó a responder con arrogancia las réplicas de los candidatos. Su actitud chulesca gustó al director californiano, que decidió darle a él el papel.
El vaquero intergaláctico fue un personaje controvertido desde el comienzo de la primera trilogía. Su papel dentro del mundo jedi no quedó claro en «Una nueva esperanza», cuando todavía se desconocía la relación fraternal que existía entre Luke Skywalker y Leia Organa. De hecho, los guionistas sopesaron su muerte después de que quedara atrapado en carbonita en el capítulo V. El propio Ford vio con buenos ojos que las aventuras de Han Solo terminaran «de una forma noble». Sin embargo, logró salvar la vida tanto en el mundo real como en el imaginario. Un hecho del que Ford no se arrepintió.
LOS PROBLEMAS CON LAS DROGAS DE LEIA ORGANA
La relación de Carrie Fisher con las drogas comenzó a una edad muy temprana: «La primera vez que consumí tenía 13 años», confesó en su biografía. Una adicción que la persiguió también durante el rodaje de «La Guerra de las Galaxias», en la cual interpretaba a la princesa Leia Organa.
Fisher se refugiaba en su camerino para fumar marihuana y beber alcohol en los descansos de la grabación. De hecho, en algunas escenas de la trilogía llegó a rodar en claro estado de embriaguez. Los fines de semana, además, acudía a fiestas en las que consumía otras sustancias, como cocaína o LSD.
La situación no mejoró con el paso de los años. A finales de 2010, la actriz estadounidense afirmó, en una entrada de su blog personal a la que tituló «En una fosa nasal muy, muy lejana?», que tomó cocaína de forma regular durante las filmaciones: «A mi doble de cuerpo la apodaban ‘Liz Coca’», señaló.
El pasado 2013, Fisher tuvo que ser hospitalizada por un trastorno bipolar. El hecho sucedió después de que se publicara un video de la artista ebria sobre el escenario de un crucero.
LA RISA DE SAMUEL L. JACKSON
Durante el rodaje del segundo episodio de la saga, George Lucas tuvo que eliminar del guióntodos los diálogos en los que el actor estadounidense Samuel L. Jackson decía «Que la fuerza te acompañe». La razón: cada vez que el intérprete que encarnó al maestro Windu tenía que articular la popular coletilla, comenzaba a reírse.
Otra de las anécdotas que vivió Jackson en el set de «Star Wars» tenía como protagonista a su sable láser. Generalmente, las espadas de luz de los jedieran de color verde o azul. Sin embargo, la suya era púrpura. La causa de esta peculiaridad no obedecía a ninguna exigencia del argumento, sino a un capricho del propio actor, que pensaba que la nueva tonalidad quedaría «chula» en pantalla.
LA VOZ SILENCIADA DE DARTH VADER
Las desavenencias entre David Prowse y la dirección de «Star Wars» fueron constantes durante los años de filmación de la primera trilogía. El actor, cuyo rostro jamás apareció en las cintas, sufrió varias afrentas por parte de los altos cargos de la saga intergaláctica, que nunca llegaron a confiar en el hombre que habitaba bajo la máscara de Darth Vader.
George Lucas privó a Prowse de cualquier tipo de reconocimiento ante el gran público. Los únicos rasgos reconocibles del artista británico en el malvado discípulo de Darth Sidios eran la voz y una breve aparición de su cara al término de «El retorno del jedi». Ninguna de estas singularidades sobrevivió al montaje final de la dirección, que ni siquiera avisó al actor de los cambios.
En concreto, la voz del bristoliano fue sustituida por la del estadounidense James Earl Jones. La causa podría ser el marcado acento inglés de Prowse, que no fue consciente de que iba a ser silenciado hasta que vio la película. Por otra parte, su cabezada fue «cortada» a favor del también inglés Sebastian Lewis Shaw, quien recibió todo el mérito de la actuación.
Fuente: hoycinema.abc.es/Foto: youtube.com
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