MADRID.- El incidente durante la visita de una diplomática española a la residencia de la embajadora mexicana en La Paz ha llevado al Gobierno boliviano a pedir la expulsión de la actual legación española, con el telón de fondo de la disputa entre Bolivia y México por el asilo que este país ofreció a Evo Morales.
Estas son las claves del controvertido episodio, por el que el Gobierno español abrió una investigación y anunció la comparecencia parlamentaria de la responsable de Asuntos Exteriores en funciones, Margarita Robles, después de que Bolivia acusara a España de haber «atropellado» su soberanía.
¿CUÁL ES LA DENUNCIA DE BOLIVIA?
Las autoridades bolivianas acusaron este viernes a funcionarios de la Embajada española de haber tratado de acceder ese mismo día en automóviles de la embajada, de forma «clandestina» y junto a individuos «encapuchados» y «presumiblemente armados», a la residencia de la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado.
Esa residencia diplomática acoge alrededor de una decena de personas a las que el Gobierno de boliviano acusó ante la Justicia de varios delitos. Entre ellas se encuentran antiguos ministros de la etapa del expresidente Evo Morales procesados por acusaciones como terrorismo.
Al día siguiente, el sábado, un portavoz del Gobierno interino de Bolivia hizo responsable del incidente al propio jefe del Ejecutivo español, el líder socialista Pedro Sánchez, que gobierna en funciones. Le pidió que «asuma su responsabilidad» y acusó de estar «cogobernando con Podemos», partido al que calificó de «agitadores académicos» que quieren ir a Bolivia a hacer «colonialismo de complicidad criminal».
El Gobierno español es ahora mismo provisional. Sánchez y el jefe de Unidas Podemos, el izquierdista Pablo Iglesias, acordaron el 12 de noviembre pasado formar un gabinete de coalición en el caso de que el Parlamento otorgue su confianza al líder socialista para repetir como jefe del Ejecutivo, cosa que aún no ha ocurrido.
También el sábado, el ministro de Gobierno interino de Bolivia, Arturo Murillo, anunció que pedirá que cambien a los diplomáticos de la Embajada de España en La Paz por haber tratado de facilitar la «fuga» de un exministro de Evo Morales.
EL GOBIERNO ESPAÑOL NIEGA EL AUXILIO A ASILADOS
Tras la denuncia inicial de Bolivia el viernes, el Ministerio de Exteriores español emitió en un primer momento un breve comunicado anunciando una investigación de los hechos. Y horas después, en la mañana del sábado, informó a Efe de que un funcionario iba a viajar a La Paz para investigar la denuncia de las autoridades bolivianas.
Horas después, el Ejecutivo español difundió otra nota para asegurar que la visita realizada por la encargada de Negocios de España a la embajadora de México fue exclusivamente de cortesía y negar que hubiera tratado de «facilitar» la salida de las personas asiladas en aquellas dependencias.
Además, fuentes diplomáticas precisaron a Efe que en la visita a la residencia de la embajadora mexicana acudió junto al personal diplomático el «personal de seguridad» habitual.
Desde el inicio de la crisis boliviana, el Gobierno español ha condenado la violencia y pedido la celebración de nuevas elecciones «con todas las garantías democráticas lo antes posible» como única salida a la crisis desde la renuncia de Morales a la Presidencia de República.
EL CONFLICTO BOLIVIA-MÉXICO
Bolivia y México mantienen una constante tensión diplomática desde que el expresidente Morales fue acogido en el país norteamericano tras renunciar al poder el pasado noviembre y denunciar un golpe de Estado para derrocarlo.
Morales renunció al cargo forzado por las Fuerzas Armadas y abandonó el país el 10 de noviembre en un contexto de disturbios en las calles y acusaciones de fraude electoral en los comicios del 20 de octubre, en los que resultó vencedor. Permaneció asilado hasta el 12 de diciembre en México y desde entonces se encuentra en Buenos Aires.
Cuatro días antes del incidente del viernes en La Paz, el Gobierno mexicano había denunciado su preocupación por la «presencia excesiva» de personal de inteligencia y seguridad bolivianos ante sus sedes diplomáticas desde el 11 de noviembre. Un día antes, el canciller mexicano había anticipado que presentaría una denuncia contra Bolivia por «hostigamiento» ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Tras el incidente del viernes, el sábado la Embajada de México en Bolivia denunció que, además del «cerco» policial, ahora vigilan su sede con drones.
LAS REPERCUSIONES POLÍTICAS EN ESPAÑA
Pocas horas después de que los opositores españoles Partido Popular (conservador) y Vox (derecha extrema) anunciaran que pedirán explicaciones al Gobierno en el Parlamento sobre el incidente denunciado por Bolivia, la Cancillería comunicó que la ministra de Defensa y encargada eventualmente del Ministerio de Exteriores, Margarita Robles, informará al Congreso de los Diputados cuando la investigación esté completa y «sus resultados hayan sido analizados».
EFE