LOS ÁNGELES (EEUU).- La épica desbordante, la gloria del Imperio romano y las emocionantes carreras de cuadrigas regresan a Hollywood, con la nueva versión del clásico Ben-Hur, que en esta ocasión protagonizan Jack Huston y Morgan Freeman bajo las órdenes del realizador Timur Bekmambetov.
El enfrentamiento entre Judah Ben-Hur y Messala cobra una nueva vida tras la película muda de 1925 que dirigió Fred Niblo y, sobre todo, el inolvidable filme de 1959 del cineasta William Wyler que protagonizó un magnífico Charlton Heston.
En un encuentro con un grupo reducido con la prensa, en el que participó Efe, Morgan Freeman contó que no tuvo dudas a la hora de embarcarse en una readaptación de un hito imprescindible del cine.
«Se trata de volver a imaginar una historia que ya ha sido contada unas tres o cuatro veces. Había trabajado con Timur antes (en el filme ‘Wanted’, 2008) y sabía que es un director muy ingenioso», apuntó el ganador del Óscar por «Million Dollar Baby» (2004).
Freeman señaló, asimismo, que en la reinterpretación de Ben-Hur trataron de darle más «profundidad» y contenido espiritual a la trama.
«Todos buscamos la salvación y algún tipo de mundo en el que sentirnos seguros», argumentó.
El filme, que se estrena esta semana en Estados Unidos, relata la historia de Judah Ben-Hur (Jack Huston) y su hermano adoptivo Messala (Toby Kebbell).
Tras ser acusado de traición, Judah Ben-Hur es expulsado de Jerusalén y pasa varios años como esclavo en una galera.
A su regreso encuentra a Sheik Ilderim (Morgan Freeman), que le ayudará a competir en las carreras de cuadrigas para vengarse de Messala y recuperar su honor y su familia.
La nueva versión de Ben-Hur incluye ligeros e interesantes cambios respecto a la cinta de 1959. Así, Messala no es el villano cruel de aquella película, mientras que en esta Jesucristo, interpretado por el brasileño Rodrigo Santoro, y el tono religioso tienen un peso mucho más importante en el relato.
Cuestionado acerca de si el público del siglo XXI puede conectar con viejas historias como las de Ben-Hur, Morgan Freeman argumentó que el cine puede apelar a «diferentes audiencias».
«Tienes a los jóvenes, que van a ver películas de superhéroes, de acción total, con una mayoría de diálogo que es ‘sígueme, espera ahí'», argumentó con ironía el actor, quien contrapuso que filmes «épicos» y «heroicos en sí mismos» como Ben-Hur están dirigidos a un público «más amplio».
Por su parte, el intérprete británico Jack Huston confesó que acudió a las pruebas de reparto para encargarse del rol de Messala, pero aseguró que el director le eligió para Judah Ben-Hur porque creyó que comprendía bien la compleja relación entre los dos hermanos.
«Fue una manera hermosa de entrar en el personaje porque la gente que más amas es, la mayoría de las veces, la que más daño te hace (…). Para el momento de redención y perdón, necesitas sentir el amor de esos hermanos», explicó Huston.
Además, mostró su pasión por la película de 1959: «Era una historia que siento relevante, muy moderna, a su manera. Como actor siempre estás buscando grandes personajes y Judah Ben-Hur es uno de ellos, por lo bien que está escrito».
Huston también se refirió a las escenas de la carrera de cuadrigas, la cumbre de adrenalina de cualquier película sobre Ben-Hur.
«Los caballos iban a más de 60 kilómetros por hora a todo galope. Cuando girabas una esquina, no girabas la esquina: te dejabas llevar», describió el actor, quien aseguró que las competiciones de cuadrigas en Roma eran como la Fórmula 1 o las pruebas de Nascar hoy en día.
Por último, Huston abordó las diferencias entre su retrato de Judah Ben-Hur y el que realizó Charlton Heston.
«Charlton era un hombre hecho y derecho y la rivalidad entre los dos hermanos se veía desde el primer momento. En cambio, mi personaje es como un niño perdido. Es un príncipe viviendo en su burbuja que se ve forzado a una nueva vida y al principio no es capaz. Es un amante, no un luchador», dijo.
De cualquier manera, la nueva Ben-Hur tendrá que resistir como pueda las comparaciones con el extraordinario filme de 1959 que marcó toda una época al lograr once premios Óscar, todo un récord que hasta la fecha sólo han podido igualar Titanic (1997) y The Lord of the Rings: The Return of the King (2003).
Gracias a una mastodóntica producción y una larguísima narración de casi cuatro horas, la versión de Ben-Hur que protagonizó Charlton Heston triunfó con su lujosa combinación de aventuras épicas y drama histórico y fue, asimismo, uno de los últimos coletazos del sistema de grandes estudios antes de que en los años sesenta el Nuevo Hollywood transformara la industria del cine.
EFE/Foto: independent.co.uk
https://www.youtube.com/watch?v=fxFfLdz-W1g