JOHANNESBURGO.- La región más afectada es la provincia del este KwaZulu-Natal, con la gigante Durban como epicentro. Las intensas precipitaciones continúan dejando consecuencias fatales mientras prosiguen las operaciones de rescate. Sin embargo, el panorama no es alentador luego de que pronosticaran más lluvias durante el fin de semana.
El sur de Sudáfrica atraviesa un delicado momento debido a las fuertes lluvias que han acaecido en la última semana y provocaron inundaciones y otros estragos en la provincia de KwaZulu-Natal.
Hasta este viernes15 de abril, 395 personas fallecieron como consecuencia, pero las autoridades son conscientes de que ese número puede incrementar una vez avancen las operaciones de rescate.
El consejero provincial de Gobierno Cooperativo y Asuntos Tradicionales, Sipho Hlomuka, declaró que la mayoría de las muertes tuvieron lugar en el área metropolitana de la ciudad portuaria de Durban, la urbe más poblada de KwaZulu-Natal y la tercera más grande de Sudáfrica. En iLembe también se produjeron importantes bajas.
Además detalló que aproximadamente 40.723 habitantes tuvieron que desplazarse de sus hogares porque el agua sumergió sus casas, incomunicó a muchos ciudadanos e interrumpió los servicios de electricidad y sin agua corriente.
En cuanto a los daños materiales, diversos caminos fueron cortados, más de 2.000 viviendas fueron destruidas, sumadas a las 4.000 informales. Garrith Jamieson, miembro de una escuadra de rescate, le expresó el miércoles a la agencia AFP que la situación era “una pesadilla”.
El ministro de Finanzas, Enoch Godongwana, aseguró hoy en declaraciones a la cadena local Newzroom Afrika que el Gobierno cuenta con 1.000 millones de rands sudafricanos (unos 63 millones de euros) disponibles de manera inmediata para dar respuesta a las inundaciones.
El presidente Cyril Ramaphosa se refirió -el miércoles- a estos hechos como “un registro trágico”. «Este es un costo trágico de la fuerza de la naturaleza y esta situación requiere una respuesta efectiva del Gobierno», expresó el jefe de Estado.
No obstante, la situación no tiene perspectivas de terminar pronto: los meteorólogos advirtieron que se espera que se extienda el mal tiempo durante el fin de semana.
Las rutas ferroviarias también fueron suspendidas por los deslizamientos de tierra y escombros en las vías. La gigante compañía naviera danesa Maersk notificó que paralizará sus actividades portuarias en Durban.
Entretanto, los funcionarios provinciales aseveraron que se generó “estragos incalculables” y “daños masivos en vidas e infraestructura”, el cual alcanzó a todos los estratos sociales, desde las áreas sociales, los suburbios y las propiedades lujosas.
Durante los últimos días prosiguieron las labores de rescate, sobre todo en Durban, la urbe más castigada por las consecuencias y un sitio estratégico para el sur del continente por ser la principal salida al Océano Índico.
Es el segundo gran golpe que sufre Durban en estos meses luego del estallido social y los saqueos de julio pasado, ocasionado en protesta por el encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma, considerado la peor ola de violencia desde el fin del Apartheid.
Con información de agencias de noticias