Las tensiones y las peleas en la familia real británica están llegando a niveles inéditos, tanto que colocan al matrimonio compuesto por Meghan Markle y Harry en el centro de una tormenta de críticas que parece no detenerse.
El último episodio ocurrió nada menos que entre la actriz de origen norteamericano y su suegro, el príncipe Carlos y heredero de la corona. Un desaire que promete acarrear mayores consecuencias y que podría provocar la intervención de la reina Isabel.
Markle había aceptado una invitación a una exhibición hecha por Carlos -en la cual participaría de un documental que estaba rodándose- pero sin embargo, a último momento, decidió cancelar su llegada sin explicación alguna.
Tanto ella como su marido -duques de Sussex- supieron que habría cámaras de televisión preparadas para grabar escenas del programa sobre la vida del Príncipe de Gales, de la cual deberían dar testimonio.
La ausencia llamó la atención y sorprendió al suegro. Fue él quien más esfuerzos hizo durante todo este tiempo para incorporar a la joven al complejo círculo familiar. Una de las razones para el desaire a la invitación y la decisión de no participar de la grabación puede encontrarse en que tanto la talentosa actriz como Harry habían resuelto grabar uno propio.
La información fue publicada por uno de los periodistas que más conoce los pasillos del Palacio de Buckingham, el inglés Dan Wootton, del diario The Sun. El reportero fue el primero en revelar la pelea entre Markle y Kate Middleton, duquesa de Cambridge y esposa de William, lo que marcó el inicio del distanciamiento entre ambos hermanos.
El plantón de último minuto de Meghan “decepcionó” a Carlos, quien vive “enfurecido” por la pelea entre William y Harry, sus hijos. Sobre todo por los esfuerzos que hizo para que la esposa de Harry se sintiera cómoda. Una misión difícil. Pese a todo, el futuro monarca y líder del Reino Unido no hará ningún tipo de crítica hacia su hija política y mantendrá la defensa que siempre hizo de ese matrimonio que acapara las luces y los flashes a cada paso.
La reina Isabel también está entrometiéndose en el asunto. Es su mayor preocupación respecto a sus más cercanos, después de la muerte de Lady Diel 31 de agosto de 1997. De acuerdo a la misma publicación, está empeñada en que ambos nietos arreglen sus asuntos y se enfoquen en sus responsabilidades como miembros del mismo círculo real.
Pero más preocupó a la reina la intención de los jóvenes de “modernizar la monarquía”. Algunos tomaron esos deseos de los duques de Sussexcomo un ataque directo a Isabel.
La “decepción” también alcanzó a todo el staff del príncipe, quienes tenían todo preparado para que Meghan concurriera a la invitación -que había aceptado- en el cual estaba planificado que participara del documental Prince Charles: Inside the Duchy of Cornwall de la cadena ITV.
“Carlos se preocupa por Harry de la misma manera que lo hizo con Diana. Públicamente defenderá a su hijo», reveló otro informante quien agregó: “Es una verdadera pena que Harry y Meghan no hayan ido a Balmoral. Ahí es donde la familia habla de estas cosas. También hubo al menos una ocasión en la que Carlos invitó a Meghan a un evento, ella aceptó y luego no apareció. No puedes hacer eso. Cuando la Familia Real te envía una invitación, no te mueres. No hay ninguna razón por la que no deberías estar allí”.
EL DOCUMENTAL QUE DEJÓ EXPUESTAS LAS PELEAS
El programa sorprendió a todos en la familia real. Lo rodaron en su reciente viaje por África y hablaron de varios puntos calientes. Respecto a la relación con su hermano, el príncipe William, y a los rumores de que ambos tenían problemas, Harry argumentó que: “Inevitablemente, suceden cosas. Pero somos hermanos, siempre seremos hermanos. Ciertamente estamos en diferentes caminos en este momento. Siempre estaré allí para él y sé, él siempre estará allí para mí. No nos vemos tanto como solíamos porque estamos muy ocupados, pero lo amo mucho”, dijo.
En ese mismo documental fue donde Markle anunció que se retiraría de la vida pública. La presión de los medios británicos es demasiada para una actriz acostumbrada a otro tipo de vida en los Estados Unidos. “Cuando conocí a Harry, mis amigos estaban tan emocionados, mis amigos estadounidenses estaban felices porque yo estaba feliz. Pero mis amigos británicos, que estaban seguros de que era encantador, me dijeron que no debía hacerlo porque ‘los tabloides británicos destruirían mi vida”, contó ante las cámaras. “Como soy estadounidense, muy ingenuamente no lo entendí». Y agregó: “Nunca pensé que esto sería fácil, pero pensé que sería justo y esa es la parte que es realmente difícil de conciliar”.
El The Sunday Times reveló hace unos meses que el Palacio de Buckingham, residencia de la familia real, evaluaba la posibilidad de que los duques residieran en algún lugar de África. En el documental Harry & Meghan: An African Journey, Harry expresa su deseo de abandonar el Reino Unido y considera vivir algún día en África. “No sé dónde podríamos vivir en África en este momento. Acabamos de llegar de Ciudad de El Cabo, sería un lugar increíble para poder establecer nuestra base. Pero con todos los problemas que están ocurriendo allí, simplemente no veo cómo podríamos realmente hacer tanta diferencia como quisiéramos”.
Fuente: infobae.com/Foto: cnn.com