CIUDAD DE MÉXICO.- De acuerdo con una leyenda urbana, la noche del 14 de septiembre de 1928, Walt Disney miró al cielo, observó un extraño resplandor y, dueño como era de una gran visión, pudo primero ver un planeta y luego la silueta de un perro.
Walt Disney tenía entonces 26 años y tras dibujar bocetos guardó el secreto hasta que, un par de años después, el 18 de febrero de 1930, el planeta Plutón (Pluto en inglés) era oficialmente revelado.
Unos meses después, en septiembre de ese año, un entonces desconocido, pero hoy familiar perro debutaba en el papel de sabueso participante en la búsqueda de Mickey Mouse en el corto de dibujos animados The Chain Gang.
Ese sabueso era Pluto.
De acuerdo con la página web The Verge, especializada en la popularización de temas científicos, pese a que la NASA tenía decenas de fotografías para divulgar, “eligió honrar al real descubridor de Plutón al presentarlo como él claramente lo vio. Como un perro”.
Al margen de su veracidad, no es la primera vez que los humanos ven animales reflejados en un cuerpo celestial.
Una leyenda azteca relata que el dios Quetzalcóatl decidió un día pasear por el mundo con un disfraz humano, y cuando al caer la noche se sintió cansado, se sentó a la vera del camino y vio como un conejo comía hierba. Hambriento, preguntó al animal lo que comía y el conejo respondió ofreciéndole los vegetales.
Pero Quetzalcóatl declinó y el conejo, al verlo hambriento, se ofreció como víctima para saciar el hambre del dios. Conmovido, tomó a la criatura y la levantó tan alto que su imagen quedó estampada en la Luna, publica, excelsior.com.mx
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