BRASILIA (Brasil).- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha defendido este lunes frente al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cerrar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur antes de final de año y de esta forma concluir un pacto que lleva décadas negociándose y que está pendiente de un anexo para reforzar las garantías medioambientales, en particular de deforestación.
«Pensamos los dos que es el momento de concluir el acuerdo entre la UE y Mercosur. Tenemos la ambición de hacerlo lo antes posible, a más tardar a finales de año», ha asegurado la jefa del Ejecutivo europeo en una declaración desde Brasilia, donde ha arrancado la gira que le llevará a cuatro países de Latinoamérica durante esta semana.
En este sentido, ha insistido en que Bruselas espera la respuesta de los países del Cono Sur para el instrumento sobre aspectos medioambientales. «Es nuestra forma de abrirnos para escuchar que puede mejorarse, de tal manera que a finales de año podamos concluir el acuerdo», ha indicado.
Von der Leyen ha defendido que habrá «grandes ventajas» para las dos partes, como que generará una mayor fluidez de inversiones y repercutirá positivamente en la competitividad de la industria brasileña y en la creación de empleo.
«Compartimos la visión en la lucha contra el cambio climático y en derechos laborales nuestro compromiso estará reflejado en el acuerdo. Es más que un acuerdo de comercio: es un contacto a largo plazo y una plataforma para el diálogo», ha subrayado.
Por su lado, el presidente brasileño ha expuesto la preocupación de Brasil con el instrumento presentado por Bruselas, recordando que plantea sanciones contra el país en caso de incumplimiento en cuestiones medioambientales. «La premisa que debe dirigir la asociación estratégica debe ser la confianza mutua y no la desconfianza y las sanciones», ha lamentado.
Lula ha criticado que la UE cuenta con «leyes con efectos extraterritoriales» que modifican el equilibrio y representan «restricciones potenciales» a las exportaciones agrícolas e industriales brasileñas, por lo que ha pedido una agenda bilateral «constructiva» y marcada por la cooperación para que Brasil pueda reindustrializar su economía. El mandatario brasileño se ha mostrado así crítico con los aspectos del acuerdo relativos a la venta de bienes y servicios europeos para administraciones públicas latinoamericanas.
Más diplomacia y menos intervención armada en Ucrania
Respecto a la guerra en Ucrania, Lula da Silva ha reiterado la necesidad de trabajar en soluciones de paz y en «evitar la escalada de la guerra y el uso de las fuerzas con riesgos incalculables» para recalcar ante la jefa del Ejecutivo europeo que «no hay una solución militar al conflicto».
«Necesitamos de más diplomacia y menos intervenciones armadas en Ucrania, pero también en Palestina, en Yemen. Los horrores de la fuera y el sufrimiento que provocan no pueden ser tratados de forma selectiva. Los principios del derecho internacional valen para todos», ha recalcado.
Brasil, que ha votado a favor de las resoluciones de condena de la invasión rusa de Ucrania, ha cosechado críticas en Europa por equiparar a los dos bandos en la guerra para unas futuras negociaciones de paz y por las palabras de Lula que acusó a europeos y estadounidenses de alimentar el conflicto con la entrega de armas a Kiev.
Von der Leyen, de su lado, ha insistido en que la agresión rusa a Ucrania representa una «grave amenaza» a los principios de la carta de Naciones Unidas, como la soberanía e integridad territorial, y ha querido destacar el papel de Brasil en los foros internacionales y en la promoción de negociaciones de paz.
«Junto a Ucrania queremos una paz justa y sostenible. La comunidad internacional tiene que abordar este desafío y hemos discutido los planes de paz que hay sobre la mesa», ha argumentado, apuntando que Brasil tiene un «papel que jugar» como futuro presidente del G20.
La presidenta de la Comisión Europea ha arrancado en Brasil la gira que le llevará hasta el próximo viernes a Argentina, Chile y México, en un viaje que se presenta como una oportunidad para lanzar la agenda renovada con la que la UE aspira a reforzar el diálogo político con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a las puertas de la cumbre UE-CELAC de dentro de un mes en Bruselas.
Fuente Europa Press / foto Twitter
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