De esta manera se desempeñaron los jugadores del Atlético de Madrid en el choque vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones que disputaron con el Bayer Múnich:
Oblak (9): Clave en el pase a la final del Atlético de Madrid. El portero rojiblanco volvió a ser decisivo tras parar un penal a Thomas Müller en la primera parte con 1-0 en contra en el marcador. La estirada ante Müller marcó un antes y un después en el choque. Pero no sólo detuvo esa pena máxima. También se mostró muy seguro frente a un disparo de Arturo Vidal y otro de Lewandowski en el primer acto. Sólo erró en un tiro de Ribery que dejó a los pies de Lewandowski, que no acertó. En la segunda parte, con el Atlético más estirado, sufrió igual, pero siempre cumplió. Salvó un último balón a Alaba y media final es suya.
Juanfran (6): Fue de menos a más. En la primera parte sufrió mucho ante Franck Ribery, que una y otra vez desquició al lateral internacional. El francés obligó a Juanfran a estar muy pendiente de las tareas defensivas y pisó la línea de fondo del Bayern por primera vez en el minuto 40. Un pequeño altercado con Lewandowski al filo del descanso precedió su mejoría en la segunda parte. En ella, volvió a su ser natural y consiguió prodigarse más en ataque y hasta llegó a dispar a la portería de Manuel Neuer. Como casi todo su equipo, mostró dos caras, una regular y una buena.
Godín (7): Mantuvo un duelo constante con Lewandowski durante casi todos los 90 minutos y sólo erró en el gol del polaco en el minuto 74 que dio esperanzas al Bayern. Hasta ese momento, no titubeó nunca y volvió a ser el líder que necesitaba el Atlético tras no jugar en el choque de ida y perderse dos partidos de Liga. Su presencia en el centro de la defensa dio consistencia a su línea y confianza a sus compañeros. Como casi siempre, cumplió.
Giménez (5): Comenzó el partido salvando un disparo de Lewandowski, pero poco a poco fue cometiendo errores que estuvieron a punto de costarle un disgusto al Atlético de Madrid. En el gol de Xabi Alonso de falta, el balón pasó por debajo de sus piernas y después provocó un penalti riguroso sobre Thomas Müller que después falló el alemán. Después se fue entonando poco a poco y mejoró sus prestaciones hasta convertirse en un buen aliado de Godín en el centro de la defensa. Sin embargo, sus errores no le permitieron superar el aprobado raspado.
Filipe Luis (6): Como Juanfran, sufrió en la primera parte las acometidas constantes del Bayern Múnich. En esos momentos, perdió algún balón, aunque no se amilanó y consiguió protagonizar alguna subida por la banda izquierda que alivió por momentos al Atlético de Madrid. Sin embargo, perdió algún balón y en una ocasión evitó un fuera de juego que permitió a Lewandowski disfrutar de una ocasión. En la segunda parte creció, aguantó las últimas acometidas del Bayern y celebró el pase a la final.
Cabe mencionar,en justicia, los aciertos en los cambios que efectuó el DT Diego Simeone.
Saúl Ñíguez (5): Fue la estrella del choque de ida, pero en la vuelta se apagó. Su despliegue físico fue inmenso, pero el centro del campo del Bayern Múnich consiguió oscurecer el brillo de un jugador que, en el global de la eliminatoria fue clave para que el Atlético disputara su tercera final de la Copa de Europa.
Gabi (6): Sin duda, cumplió en su tarea destructiva. No estuvo excesivamente fino, pero tampoco falló en nada. En la primera parte, dio un respiro a sus compañeros con los dos únicos disparos a portería de su equipo en el acto inicial. Después, en la segunda, como todos sus compañeros, logró aguantar el tipo ante las últimas acometidas del Bayern Múnich.
Augusto (4): No rindió al mismo nivel que en el choque de ida, en el que completó un partido espectacular con un despliegue físico inmenso. Sólo estuvo 45 minutos sobre el terreno de juego porque Diego Simeone le cambio en el descanso por Yannick Carrasco. Hasta ese momento, falló en muchas entregas, en despejes y además provocó la falta al borde del área sobre Alaba que significó el gol de Xabi Alonso. No cumplió su misión, atascar el centro del campo del Bayern y vio la segunda parte desde el banquillo.
Koke (7): De los jugadores del centro del campo, fue el más acertado. Hizo muy buenas ayudas en defensa, estuvo omnipresente en casi todas las zonas del campo, en ocasiones consiguió el balón para ganar tiempo para sus compañeros y fue muy bueno en la recuperación. Koke fue Koke y, ante un equipo menos necesitado y de menos nivel, probablemente habría añadido a su actuación muchas más acciones de ataque y creación. Su misión, la cumplió sin duda.
Fernando Torres (6): Tuvo en sus botas la sentencia del partido. Con 2-1, falló un penalti que él mismo provocó y que podría haber acabado con la incertidumbre. Neuer lo paró y el Atlético tuvo que seguir sufriendo hasta la agonía. Sin embargo, suyo fue un pase tremendo a Antoine Griezmann en el minuto 54 que propició el gol decisivo para el cuadro rojiblanco. Esos dos fueron sus momentos. Durante el resto del partido fue una isla esperando su oportunidad.
Griezmann (8): Tuvo una oportunidad y no la falló. El minuto 54 de la vuelta de las semifinales será recordado como el momento en el que el Atlético culminó su venganza ante el Bayern Múnich por la derrota de 1974. En ese instante, aprovechó un pase de Fernando Torres para marcar y dar la final al Atlético. Hasta entonces, fue un islote solitario que corrió hasta desfondarse. Fue sustituido en el minuto 82 por Thomas Partey.
Carrasco (7): Cambió el partido. Fue un acierto de Simeone, que sacó al jugador belga en el descanso por Augusto Fernández para que el Atlético diera un paso adelante después de una primera parte en la que el cuadro rojiblanco vivió agazapado en su campo. Con Carrasco sobre el césped, el Atlético consiguió salir de la cueva para amenazar al Bayern.
Partey (5): Jugó los últimos 8 minutos del partido tras sustituir a Griezmann. Intentó con éxito, como sus compañeros, aguantar el resultado hasta celebrar la final.
Savic (-): Sustituyó a Koke en el minuto 93. Su presencia fue testimonial.
EFE / Juan José Lahuerta