PARÍS.- Con un presupuesto cuatro veces menor que el del París Saint-Germain (PSG), el Lille está cerca de completar su hazaña y puede coronarse campeón de la Liga francesa este domingo en detrimento de la multimillonaria entidad parisina liderada por Neymar y Kylian Mbappé.
Un empate o una derrota del PSG ante el Reims y una victoria del Lille ante el Saint-Étienne haría matemáticamente campeón al club del norte de Francia, que conquistaría así su cuarto título liguero después de los de 1946, 1954 y 2011.
Con solo seis puntos en juego, el Lille suma 79, tres más que el PSG (76) y cinco más que el Mónaco (74), cuyas opciones para levantar el trofeo son muy remotas.
Pero si el PSG gana el domingo, la decisión quedará para la última jornada. En caso de empate a puntos, la diferencia de goles beneficiaría a los parisinos.
El hito del Lille no sería anodino en un campeonato que en la última década ha dominado el PSG, coincidiendo con la compra del club por un fondo de inversión del rico estado petrolero de Catar.
Desde la temporada 2011-2012, el PSG ha vencido en siete de los nueve campeonatos en liza. Montpellier en 2012 y Mónaco en 2017 fueron los únicos clubes en colarse en medio del dominio capitalino.
Uno de los principales artífices del éxito del Lille es su entrenador, Christophe Galtier, de 54 años.
Defensor aguerrido del Olympique de Marsella y del Lille en los 80 y del Toulouse en los 90, Galtier pasó cerca de una década curtiéndose como entrenador adjunto hasta que en 2009 dio el salto al banquillo principal del Saint-Etienne, uno de los clubes legendarios de Francia.
Allí pasó siete buenas temporadas que le sirvieron para ser contratado por el Lille, en 2017. Un segundo puesto el curso 2018-2019 ha sido su mejor rendimiento hasta ahora, un logro que le sirvió para ser considerado mejor entrenador francés en 2019, según France Football.
Trabajador incansable, meticuloso y buen gestor de grupos, Galtier se ha apoyado en jugadores que en principio estaban de vuelta en el fútbol (el goleador turco Burak Yilmaz, de 35 años, o el central portugués José Fonte, de 37), o que aparentemente habían perdido el rumbo, como Renato Sanches, quien pasó los últimos años sin pena ni gloria después de consagrarse campeón de Europa con Portugal con 18 años.
Para el partido del domingo, el entrenador, caracterizado por su voz grave y frases cortas, huye de cualquier tipo de presión extra.
“No quiero hacer palabrería, este es un partido definitivo para (clasificarse para la ‘Champions’), después veremos qué pasa. Este partido no es decisivo para el título”, declaró este viernes Galter en rueda de prensa.
Según el técnico, sus jugadores preparan la cita del domingo “muy concentrados, con mucha determinación y sin nerviosismo”.
En el otro lado de la barrera, el PSG quema uno de sus últimos cartuchos para no acabar el curso solo con el título menor de la Supercopa, ya que sería un rotundo fracaso para una entidad que maneja un presupuesto de 600 millones de euros anuales.
Eliminado en las semifinales de la Liga de Campeones por el Manchester City, aún tiene opciones en la Liga, en la que depende de un resbalón del Lille, y en la Copa de Francia, en la que se medirá al Mónaco el próximo miércoles.
A este torneo acaba de clasificarse el PSG con mucho sufrimiento, después de batir el miércoles en los penaltis al Montpellier.
EFE