Las reacciones de la comunidad internacional a la elección del demócrata Joe Biden en las presidenciales de Estados Unidos no se han hecho esperar, debido a que el rumbo político de la primera potencia mundial termina por afectar a un gran número de naciones. Por eso, algunos silencios, como el de los mandatarios de México, Brasil y Turquía, han sido especialmente llamativos.
Sin comentarios. Varios líderes mundiales aún no han felicitado al presidente electo de Estados Unidos, empezando por el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, quien se negó a pronunciarse «por prudencia».
El dirigente mexicano recordó su propia experiencia, cuando en las elecciones de 2006 el entonces presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, felicitó a Felipe Calderón, a pesar de que López Obrador ya había empezado una campaña denunciando un supuesto fraude.
«Nosotros vamos a esperar que se terminen de resolver todos los asuntos legales. No queremos ser imprudentes», anunció López Obrador en un gesto que muchos consideran que puede predisponer a la Administración entrante.
La reserva de Bolsonaro, el «Trump tropical»
El ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ha sido llamado como el «Trump tropical», en comparación con el líder republicano, tampoco se ha pronunciado sobre los resultados electorales, pese a que convirtió la diplomacia con Washington en el pilar de su política exterior.
Este sábado, publicó mensajes en Twitter sobre otras temáticas, y en su habitual Facebook Live evitó pronunciarse sobre el triunfo de Biden.
Trump y Bolsonaro han forjado una relación de simpatía, no solo por sus posturas políticas, sino también por su manejo de la pandemia y, durante la carrera presidencial, el dirigente brasileño apoyó abiertamente la reelección del magnate. «Conocen mi posición, está clara, no es una injerencia. Tengo buenas relaciones con Trump. Espero que sea reelegido», aseguró el pasado miércoles.
Además, cuando Joe Biden declaró en su primer debate con Trump que Estados Unidos necesitaba presionar a Brasil para que protegiera la selva amazónica, Bolsonaro respondió que la declaración era innecesaria. «¡Qué vergüenza, Sr. John Biden!» twitteó, confundiendo el nombre del ex vicepresidente.
Así, algunos medios de comunicación brasileños, citando fuentes del Gobierno, dijeron que la administración Bolsonaro no tenía previsto reconocer la victoria de Biden hasta que los diversos desafíos legales que Trump ha amenazado con poner en marcha sean adelantados en los tribunales.
Las posturas de estos dos presidentes contrastan con las de otros mandatarios de América, incluyendo Canadá, Argentina, Chile, Colombia e, incluso, la de Nicolás Maduro, de Venezuela. Pero en Rusia también guardaron silencio.
Xi Jinping y Vladimir Putin, unidos en el silencio
El líder ruso, Vladimir Putin, también ha evitado pronunciarse sobre la elección de Biden. En 2016, Moscú tenía grandes esperanzas de una victoria para Donald Trump y Rusia había sido incluso acusada de intervenir para favorecer al candidato republicano.
Esta vez, Putin se abstuvo de hacer comentarios durante la campaña. Interrogado a principios de octubre sobre esta, se limitó a resumir: “Debemos mirar las cosas objetivamente; las intenciones de las que habló el Presidente Trump no se han realizado”.
Del lado de China, Xi Jinping ha mantenido una posición neutral respecto a las elecciones y no se ha pronunciado en favor de uno u otro candidato.
Durante el mandato de Trump, las relaciones de Estados Unidos con China han pasado por puntos de tensión máxima en varias ocasiones. Sobre todo en términos económicos, debido a que el republicano ha sido hostil con empresas de esta nación asiática, como Huawei o TikTok.
Y puede que la relación entre las dos potencias no presente ninguna mejoría bajo la nueva administración. En efecto, Biden ya ha ido más lejos que el presidente saliente en atacar a China. Ha calificado las acciones del gobierno de ese país contra los musulmanes en Xinjiang como «genocidio» y ha jurado liderar una campaña internacional para «presionar, aislar y castigar a China».
En medio de estos llamativos silencios, se alza el del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien también ha brillado por la ausencia de una reacción.
Fuente: france24.com