DUBLÍN.- El gobierno británico subrayó hoy que el Reino Unido saldrá la unión aduanera y el mercado único cuando abandone la Unión Europea, aunque sigue dispuesto a negociar otros acuerdos para crear nuevos espacios económicos tras el brexit.
El dirigente conservador David Lidington, canciller del ducado de Lancaster -con rango ministerial-, efectuó esas declaraciones durante una visita a la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
David Lidington, considerado como el «número dos» en el gabinete de Gobierno de la primera ministra británica, Theresa May, aseguró que Londres «tiene muy claro» que el divorcio con Bruselas conllevará la salida de la unión aduanera y el mercado único.
Su posición de respaldo a May contrasta con la de otros cargos, como de la ministra de Justicia e Interior, Amber Rudd, quien sostiene que la opción de la permanencia del Reino Unido en la unión aduanera debe seguir «abierta» tras el brexit.
El Ejecutivo británico sufrió el pasado 18 de abril su primera derrota en la tramitación de la ley del brexit en la Cámara de los Lores, que respaldó por 348 votos a favor y 225 en contra una enmienda favorable a que el Reino Unido permanezca en la unión aduanera comunitaria.
«Hemos dejado claro que cuando abandonemos la UE saldremos del mercado único y la unión aduanera, pero la primera ministra también ha dicho que quiere negociar un acuerdo aduanero con la UE», dijo Lidington.
La UE ha advertido de que cualquier pacto comercial nuevo deberá asegurar el mantenimiento de una frontera abierta entre las dos Irlandas, clave para sus economías y la marcha del proceso de paz.
Durante su visita hoy a localidades de ambos lados de la frontera, Lidington aseguró que su gobierno está «trabajando con la máxima energía y determinación» para resolver esta cuestión, que debe estar cerrada el próximo octubre con un acuerdo definitivo.
Entre otras opciones, la UE propone que Irlanda del Norte se mantenga dentro del mercado único y la unión aduanera para garantizar la invisibilidad de la frontera, aunque el resto del Reino Unido los abandone.
Esta opción choca con la posición de May y del Partido Democrático Unionista norirlandés (DUP), del que depende para gobernar en minoría, pues ambos consideran que pondría en peligro la integridad territorial y constitucional del todo el país.
«He asegurado rotundamente que la llamada Área de Circulación Común (CTA) seguirá activa. Esto ha sido acordado por el Reino Unido y la UE juntos, lo que significa que las personas podrán seguir haciendo compras o visitando al médico», señaló el político tory en relación al tránsito fronterizo.
Lidington recordó que May considera que el mantenimiento de una frontera abierta en Irlanda es un «objetivo estratégico fundamental».
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