BERLÍN.- Los jefes de gobierno de los Länder orientales rechazaron hoy la paralización del proyecto Nord Stream en respuesta al envenenamiento del líder opositor ruso Alexéi Navalni y subrayaron la importancia de llevar a término el gasoducto que transportará gas ruso a Alemania por el mar Báltico.
En una propuesta de resolución conjunta impulsada por el estado federado de Mecklemburgo-Antepomerania, los jefes de Gobierno señalan que la suspensión del proyecto Nord Stream 2 «no es una respuesta adecuada», según informó el diario «Bild».
Exigen asimismo un «esclarecimiento completo» del caso Navalni, al tiempo que subrayan que se trata de un asunto que no compete exclusivamente a Alemania, país en el que el líder opositor está recibiendo tratamiento.
En una comparecencia de prensa tras la reunión de los jefes de gobierno de Mecklemburgo-Antepomerania, Brandeburgo, Berlín, Sajonia-Anhalt, Sajonia y Turingia, el alcalde-gobernador de Berlín, Michael Müller, se limitó a destacar la importancia del proyecto.
«Simplemente hemos dejado claro que entendemos la importancia de este proyecto para el abastecimiento energético en el futuro, en el que el gas desempeña un papel decisivo, al menos durante un periodo de transición y posiblemente más allá también», dijo.
En ese sentido, subrayó que los jefes de gobierno de los estados federados surgidos de la extinta República Democrática Alemana (RDA) consideran «sensato y correcto que este proyecto se lleve a término».
Ya la semana pasada la jefa de Gobierno de Mecklemburgo-Antepomerania, la socialdemócrata Manuela Schwesig, exigió al Ejecutivo federal que ratifique su compromiso con el proyecto y no se deje presionar por Estados Unidos.
Independientemente del debate en torno al envenenamiento de Navalni, hay que plantearse la cuestión fundamental de «si Alemania puede permitir que Estados Unidos ponga en peligro empresas y puestos de trabajo en Alemania por intereses económicos».
Schwesig hizo estas declaraciones al visitar el pequeño puesto de Sassnitz-Mukran, cuyos propietarios y empleados llevan recibiendo desde hace semanas amenazas por parte de políticos estadounidenses para que no participen en la construcción del gasoducto, denunció.
En tanto, el Gobierno alemán no descarta paralizar la construcción del gasoducto como respuesta al envenenamiento de Navalni, aunque recuerda que no se trata de un proyecto alemán, sino «europeo», y que cuenta con una «base legal» comunitaria, según declaró la semana pasada el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert.
Navalni, que en tanto ha despertado del coma inducido y ya se ha mostrado activo en las redes sociales, recibe tratamiento desde el pasado día 22 en la clínica berlinesa de la Charité, a donde fue trasladado desde un hospital en la ciudad siberiana de Omsk, en el que había sido ingresado tras sufrir un colapso durante un vuelo.
El Gobierno alemán confirmó a principios de septiembre que Navalni había sido envenenado con un agente nervioso del grupo Novichok. EFE