Tusk comenzó su misiva haciendo referencia a la «gravedad de la situación en el Reino Unido» y explicó que los Veintisiete prevén escuchar el jueves la «evaluación» que hará la primera ministra británica, Theresa May, y después reunirse sin ella para adoptar las conclusiones oportunas al respecto.
«Dado que el tiempo se está agotando, también discutiremos el estado de las preparaciones para un escenario de falta de acuerdo», señaló el presidente del Consejo, quien ayer se reunió con May después que esta decidiese posponer la votación del acuerdo de salida en la Cámara de los Comunes para buscar «garantías adicionales» en Bruselas sobre Irlanda del Norte.
Tanto Tusk como el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, dejaron claro ayer que la UE no renegociará el acuerdo de salida, pero se mostraron abiertos a introducir clarificaciones para facilitar la ratificación por parte de la Cámara de los Comunes.
Al margen del «brexit», que se incluyó en la agenda tras el aplazamiento de la votación en Londres, los líderes abordarán el jueves la negociación del marco financiero plurianual de la UE para el periodo 2021-2027, dónde Tusk propondrá que se busque un acuerdo «para el próximo otoño».
También el jueves, tras el debate presupuestario y el punto con May, los líderes abordaran política exterior, dónde prevén adoptar conclusiones sobre la «escalada» entre Ucrania y Rusia en el Mar de Azov y la cumbre entre la UE y la Liga de Estados Árabes.
Asimismo, esperan prolongar las sanciones a Rusia por su papel en la crisis independentista prorrusa en el este de Ucrania.
Ya el viernes y sin el Reino Unido se celebrará una cumbre del euro, en la que los líderes están llamados a respaldar el acuerdo sobre la reforma de la eurozona alcanzado la semana pasada por el Eurogrupo, que incluye medidas para dar más poder al Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fondo de rescate europeo, y para implementar el cortafuegos del Fondo Único de Resolución bancaria.
Tusk indicó que propondrá a los líderes «dar instrucciones a los ministros de finanzas para trabajar en un instrumento presupuestario para el área del euro», una iniciativa impulsada por Francia y Alemania que no logró consenso en el Eurogrupo, por lo que decidieron dejarlo en manos de los jefes de Estado y de Gobierno.
Ese mismo día, también adoptarán conclusiones en materia de inmigración, cambio climático, desinformación, lucha contra el racismo y la xenofobia y mercado único.